The Devil Wears White

Capítulo 42: El regreso de la oscuridad

Había sido una noche tranquila por una vez. Al menos, eso es lo que habían pensado Ace y Sabo. Al despertar, se dieron cuenta de que no había sido una noche tranquila y que no sería una mañana tranquila.

"Luffy, despierta, solo estás soñando", dijo Sabo mientras sacudía al más joven, esperando que se despertara.

"Vamos Lu, abre los ojos." —Preguntó Ace, sentándose en la cama y volviéndose hacia el más joven cuyos ojos estaban apretados con fuerza.

Ni Ace ni Sabo se habían dado cuenta de que Luffy había tenido una pesadilla, lo cual ya era extraño, porque normalmente haría sonidos que despertarían a Sabo, pero nada de eso había sucedido esta vez. La única razón por la que sabían que su hermano estaba teniendo otra pesadilla era porque su respiración era más rápida de lo normal y sus ojos estaban arrugados. Sin mencionar el sudor que le cubría la frente.

"Lu, está bien, Ace y yo estamos aquí". Sabo lo tranquilizó, esperando que tuviera algún efecto. Sin embargo, no hubo una reacción externa a las palabras de la rubia y, en todo caso, Luffy solo empeoró. Estaba atrapado en una pesadilla.

"¿Cuánto tiempo crees que ha estado así?" Preguntó Ace, sintiéndose mal por no haber notado que Luffy estaba teniendo otra pesadilla.

"No lo sé. Pensé que era extraño que no hubiera tenido pesadillas." Dijo Sabo, también sintiéndose mal por eso. Ace y Sabo acababan de levantarse y habían notado que Luffy estaba en una pesadilla solo minutos después, pero eso no los hizo sentir mejor.

"Es solo una pesadilla, Luffy, solo despierta y se habrá ido". Ace dijo suavemente, alisando el cabello enmarañado hasta la frente del sudoroso chico. Después de unos minutos más de esto, los dos mayores comenzaron a preocuparse.

"¿Alguno de nosotros ha estado atrapado en una pesadilla por tanto tiempo antes?" Ace preguntó con preocupación en su voz. Sabo le dedicó una mirada y Ace pudo ver la preocupación en el rostro de la rubia tan clara como podía escucharla en su propia voz.

"No lo sé. No lo creo." Dijo Sabo, y en este punto, Luffy estaba comenzando a hacer ruido, pero no fue nada bueno. Sonaba aterrorizado, gemidos y sonidos de dolor escapando que hicieron que los corazones de Ace y Sabo comenzaran a latir un poco más rápido.

"Luffy, cálmate." Lo intentó Sabo, sosteniendo el hombro del cuervo. La respiración de Luffy se estaba acelerando ahora, y Sabo podía escuchar los latidos del corazón del más pequeño. Eso puso nerviosos a los hermanos y solo duplicó sus intentos de tratar de despertarlo.

"¡Luffy! ¡Vamos Lu, es solo una pesadilla!" Ace siseó por enésima vez, comenzando a sacudir ligeramente al chico de nuevo. La respiración de Luffy solo se hizo más pesada y su corazón latía más rápido.

"Quizás algo anda mal. ¿Qué pasa si los médicos le dan algo que no surte efecto por un tiempo?" Preguntó Sabo, dejando atrás la preocupación y rápidamente entrando en pánico. Ace no supo cómo responder, porque honestamente, él mismo estaba pensando en esa misma línea.

"¡Lu-ah! ¡Luffy!" Ace había sido interrumpido cuando Luffy repentinamente se levantó en la cama. Tenía los ojos muy abiertos, las pupilas dilatadas y el pelo se le pegaba a la cara por el sudor que lo cubría. Jadeaba pesadamente y los latidos de su corazón aún latían en su pecho casi dolorosamente mientras la adrenalina bombeaba por sus venas. Estuvo rígido durante unos segundos y Ace y Sabo tenían miedo de tocarlo por temor a que lo hicieran estallar, pero después de unos segundos, se aflojó un poco, la respiración se hizo más lenta y los latidos del corazón se ralentizaron.