Misteco #1 [𝗧𝗿𝗶𝗹𝗼𝗴𝗶𝗮 𝗣𝗲𝗿𝗶𝗰𝗼𝗹𝗼]

CAPÍTULO 6

Maurizio Cirigliano Labela.

Observó serio a Dioniso, este tiene los puños cerrados a sus costados, nos mira con una expresión de ira, supongo que Dianora es la primera vez que lo mira así porque se ve sorprendida.

— ¿Me dirán que pasa acá o no?—pregunta.

—N...no es lo que parece—responde con nerviosismo, intenta apartarse, pero la tomo de la cintura para que no se mueva, este mira el gesto y se enoja más.

—¿Como que no es lo que parece?—Alza su tono mientras la mira, esto me molesta, después voltea a verme a mi— Maurizio, sueltala, me la llevaré a casa.—Busca intimidarme, casi se me sale una carcajada.

—Primero que nada, calmate—Lo miro, se molesta más— Segundo, la soltaré cuando ella me lo pida — marco con los dedos— Tercero, no me estes hablando asi, recuerda tu lugar—Lo ultimo me sale con un tono demasiado frío, se tensa en su lugar bajando levemente la cara junto con la mirada— Y ultimo, ella se quedara acá, le dijo a su padre que se iría porque le prohibió habalarte, así que se hospitalario y acompañala a una habitación, seguido te vienes para acá, debemos hablar de un par de cosas.—Este asiente, DIanora nos mira confusos pues no entiende casi nada, Dioniso camina hacia ella e intenta llevársela, pero lo detengo un momento— Riposa, bellissima dea —susurro en su oído, tomó sus mejillas con delicadeza para después darle un beso en la frente.

— Grazie capo— dice dejándome algo desconcertado, sonríe antes de irse junto a Dioniso, tal vez escuche mal.

Minutos más tarde me encuentro con DIoniso en mi despacho, está de brazos cruzados, tiene un semblante serio mas no parece molesto, yo en cambio, me encuentro en mi silla, relajado mientras tomo un poco de Whisky.

— Vamos al grano, Maurizio, ¿qué pasa?— pregunta, odia esperar, eso lo sé muy bien.

— Toma asiento— toma una de las sillas frente a mi escritorio, me mira fijamente— ¿Un poco de Whisky, Ron, Coñac o algo?— Ofrezco, este niega, está más desesperado, supongo que será por su mejor amiga.

"Y tu futura esposa"

Si, tambien mi futura esposa...

— ¿Entonces? ¿Que mierda pasa?— Ahí está, el toque mexicano de su mamá, suelto una pequeña risa.

— Encontramos a uno de nuestros proveedores vendiendo a una nueva mafia — Me levanto caminando por el despacho, este me mira con confusión.

—¿Nueva mafia?¿Como?¿Quien?—pregunta, solo lo observo.

—No sé, pero lo descubriremos, será mañana en la mañana.—Asiente, se levanta dirigiéndose a la salida— Tenemos que acabar con esto, nos acaban desde adentro y ahora una nueva mafia, hay algo más en esto.—Hablo con molestia, seguido tiró el vaso con el licor hacia la pared, Dioniso no dice nada, solo sale de la habitación.

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La luz de la ventana incomoda mis párpados lo que me obliga a abrirlos, mi cabeza arde demasiado, además de que siento mis sentidos más amplificados, el sabor del alcohol aun esta en mi boca, esto me provoca arcadas.

—Señor, ¿me permite pasar?—Martha, la sirvienta, toca la puerta, esto taladra mi cabeza, además de sumarle su voz.

—No, que nadie haga ruido—gruñó, me levanto, paso frente a mi espejo donde me detengo viendo mi estado, tengo la camisa deshecha, mis ojos tienen unas marcas negras bajo estos y mi puño tiene algunas heridas.