Capítulo 03

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Capítulo 03

En la mañana las cosechas habían quedado atrás, ahora solo se podían ver inmensas praderas con algunos árboles a lo lejos, simulando un bosque

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En la mañana las cosechas habían quedado atrás, ahora solo se podían ver inmensas praderas con algunos árboles a lo lejos, simulando un bosque.

En algún punto de la madrugada cambiaron de lugar para que Eban pudiera descansar.

—Se quedó dormido,— Alicia mira al asiento trasero en donde dormía Eban. Mientras ella estaba en el asiento del copiloto.

—Pobre, condujo toda la noche, — Alex al volante.

—Fue muy amable de su parte traernos.

—En realidad no tubo opción.

Ali mira a Miguel confundida, —No te entiendo.

—Quiero aprovechar el momento para decirles a nuestros padres.

Vuelve a mirar a Miguel, —Considera que son ancianos, y no quiero que se mueran de un infarto.

—No digas eso, no me estás ayudando.

—No sabía que tenía que hacerlo, podrías avisar a la próxima, — mirando por la ventana, mira a Alex y lo ve triste, su comentario no estuvo bien, —Es broma, no te preocupes, todo va a estar bien.

Miguel por su parte trata de sacarse de encima el cuerpo de Eban durmiendo. Mueve su cabeza pero solo logra que habrá la boca y ronque.

—No vimos a ningún policía.

—Perdón— Alex.

—En la madrugada dijeron que iban a ir los policías a buscar el auto pero no los vimos, solo pasan autos y nada más,— Miguel mira hacía atrás, —¿Qué creen que pasó?.

—No lo sé, pero no me gustó nada, sigo con miedo,— se acomoda el pelo mirandose por el espejo retrovisor.

–Hay, justo vos tenes miedo,— suelta una carcajada, —Estoy seguro que habrás visto cosas peores por la noche en el lugar en donde trabajas.

—Sí, Miguel, al menos tengo un trabajo,— sonríe en señal de burla, —No como vos que estás de mantenido.

—Justo me preguntaba, qué pensaran nuestros padres al vernos, después de tanto tiempo ¿no?,— Alex trata de evitar una pelea.

—Que su hija se volvió reina o algo por el estilo al ver como se viste.

—No pienso disculparme por trabajar y poder darme gustos, Miguel, claro siempre y cuando no tenga que darte de comer, — le sonríe burlándose y al instante su rostro se torna serio, —Yo digo que se van a decepcionar de vos.

—Yo soy una persona muy exitosa en el mundo...

Interrumpiendo, —En el mundo de la calle, ya perdí la cuenta de las veces que te tuvimos que ir a buscar a la comisaría.

—Alex, sabías que a Ali le dicen enferma milagrosa.

—¿Por qué?—

—Por que revive a los muertos.

Alicia mira a Miguel enojada, —Y a Miguel le dicen piano encantado. Porque se toca solo a la noche.

Alex no aguanta y suelta una carcajada.

—Fea— Miguel.

—Idiota— replico Ali.

—Malcriada.

—Mantenido.

—Fiestera.

Alicia suspira enojada y guarda silencio. Al igual que Miguel.

Pero Alex nota el silencio incómodo y trata de tocar un tema de conversación.

—Saben que pensé cuando vimos el accidente en la noche, —mira por la ventana.

—¿El hombre guadaña?— acomodando su vestido.

—¿Recuerdan las historias que nos contaban?— Alex.

—Decían que iba por las casas, por los campos de cosecha y las carreteras en las noches buscando a quien atrapar y llevárselos a su casa en donde lo convierte en espantapájaros para cuidar sus calabazas— con un tono de voz serio como nunca antes.

—Solo son historias que nos contaban de chicos para asustarnos,— Alicia mirando por la ventana, logra ver un lugar que de inmediato la asusta, —¿Qué es eso?.

Todos miran al lugar.

***

Gracias, querido/a lector/a, por a ver llegado hasta acá.

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Los veo en el próximo capítulo.

El espantapájarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora