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Al llegar a fuera Miguel les muestra a todos que en una de las ruedas delanteras había una especie de mini cuchillo, decorado con raros dibujos en el mando, clavado en la misma lo cual había provocado que se desinfle.
—Pero que mierda,— Enzo quita el cuchillo, —Esto no es gracioso.
—¡¿Alguien vio algo!?,— Eban mira para el lado de las ventanas del edificio y nadie dice o hace algo que lo ayude, —Por suerte tenemos la rueda se auxilio.
—Quién haría algo así,— Alex.
Mientras todos sentraban su preocupación en la rueda de auxilio, Alicia mira hacía los enormes pastizales que rodeaban el lugar, la dirección en la que soplaba el viento la hacen mirar el cielo nocturno.
—Bueno, fue bueno volver a verte,— Enzo.
—¿No nos acompañas?,— Alicia.
—No, yo me quedo acá por si se vuelve a presentar una situación similar a la tuya.
—Claro, como el auto que chocó y termino entre las maizales, ¿Todos están bien?.
—No sé de qué me estás hablando, no recuerdo ir a recuperar ningún auto entre los maizales.
—Pero cuando veníamos mis hermanos, cuñado y yo en la noche de ayer vimos a un auto entre los maizales, paresiera que habían chocado con algo.
—¿Dijiste cuñado?,— serio.
—No me estás escuchando, ¡presta atención!, te estoy diciendo que un auto chocó en la carretera y creímos que lo habían ido a buscar porque no había nadi,— se cruza de brazos en forma de demostrando molestia, —Podrían estar bagando necesitando ayuda.
—Entiendo, no te preocupes que voy a dar aviso a las autoridades y luego voy a ver qué encuentro,— trata de irse pero Alicia lo detiene sosteniendo su brazo.
—Con respecto a lo que dije de...
—No te preocupes que no voy a decir nada, sé lo que le hacen a las personas como tu hermano. Lo conozco de toda la vida, supongo que lo sospechaba.
Suelta su brazo, —Gracias, y también fue lindo volver a verte.
—Cuando estés en el pueblo podríamos vernos de nuevo...
—Lo siento, Enzo, no quiero ser grosera pero en estos momentos solo puedo darte mi amistad.
Enzo se le acerca al oído y susurra, —No esperaba menos,— se aleja sonriendo, —Chicos, tendrán que guiarme al lugar en dónde encontraron el auto. Alicia me dijo que estaba en medio lo los maizales así que será difícil dar con el, ¿me ayudan?
Al terminar de poner la rueda de auxilio inician el viaje nuevamente. El Gordini por delante y el auto remolcador por detrás de ellos.
—Para mí que fue alguien del lugar, al ver un auto tan bueno, no se aguanto la envidia,— Miguel.
—No lo creo, sino lo ubieran robado,— Ali.
—O algún chistoso que pasaba por ahí,— Alex.
—No lo sé, por qué alguien querría cortar las ruedas de un auto, eso no tiene sentido,— Eban.
—A no ser que quisiera que los quedemos varados ahí, como el auto que vimos cuando veníamos,— Alicia, —Que por sierto Enzo dijo que nadie había reportado el accidente.
—¿Entonces por qué no había nadie?...
—Eso no tiene sentido...
—¿En dónde están las personas que iban en el auto?...
—No lo sé, yo...
—Tiene que ser una broma...
—¿Qué pasó?...
—No, yo no...
Entre el bullicio de voces dentro del auto todos logran ver a un lado de la carretera lo que paresia ser una persona con una calabaza como cabeza.
