Capítulo 06

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Capítulo 06

Alicia se acerca a la mesa junto a Miguel

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Alicia se acerca a la mesa junto a Miguel. Mientras se van acercando Alicia puede ver el rostro de su amigo y contempla su cuerpo definido pero con grasa de motor, sus pantalones desgastados al igual que su sudadera he igualmente manchadas.

—Hola, disculpe, ¿usted es el mecánico?.

—El mismo,— se pone de pie de inmediato, Alicia puede ver con más definición el rostro blanco con barba corta, ojos cafés y su cabello castaño oscuro, —Usted dirá pa' que soy bueno.

—Necesito que con su auto remolque nuestro auto que se detuvo en la carretera, mi hermano nos espera ahí.

—Seguro, de...— la mira a la cara y sonríe, —¿Alicia, Alicia Videla?.

—Sí, la misma,— mira a Miguel.

—Y supongo que vos sos Miguel, cuanto tiempo,— lo saluda, —¿Cómo están?.

—Bien, gracias,— confundida, —Me gustaría seguir hablando pero tenemos que ir por mi hermano.

—Lo siento, si vamos— le da un último sorbo a su café, se acomoda su chaqueta y se van.

Mientras Alex y Eban estaban sentados en el exterior del auto, mirando al camino en penumbra.

—No puedo ver nada,— Alex —Encima Miguel y Alicia se llevaron la única linterna

—Yo tampoco logro ver,— lo abraza, —¿Seguís teniendo miedo?.

—Obvio,— desvía su mirada hacia la cosecha de trigo.

—Tranquilo que todo va a salir bien, yo no te voy a abandonar.

Sonríe, —Yo tampoco,— vuelve a mirar al trigo.

—¿Qué pasa?.

Susurrando, —No logro ver con claridad pero creo que hay alguien en el trigo.

Eban baja del auto y camina con cuidado hacia el lugar, —¿Seguro?, decime en dónde.

Alex camina detrás de él para poder guiarlo, —¿Hay alguien ahí?,— camina más adelante y de inmediato ve moverse una silueta que se movía entre la cosecha.

Al instante en que se acerca un poco más a la misteriosa silueta las luces de un auto los espanta.

—¡Hola!.

Los dos se paran frente al auto tapando sus ojos por las luces para poder ver.

—¿Quién es?.

—Lamento la tardanza,— bajando del auto, —¿Qué hacían?.

—¡Alicia!, nada estábamos viendo algo.

—¿Cómo?.

—Es que creímos ver algo o alguien en medio del maíz,— Eban.

Todos miran hacia la cosecha un instante. Mientras Alex observo al chico de cabello largo y cuerpo definido. Recuerda que jugaban de chico, y aunque por un tiempo tenía su corazón Alicia siempre obtuvo su atención.

Mas tarde mientras que el joven arreglaba el auto fuera de la cafetería los hermanos se encontraban terminando de cenar.

—Termine, aunque todavía no me explico cómo fue que se averió su auto, no fue tan difícil ya que no tenía tenía nada,— mientras limpiaba sus manos con un trapo, que luego vuelve a guardar en su bolsillo, —¿Cómo están?, hace mucho que no nos vemos.

—¿Cómo qué no tenía nada? Vos lo viste al igual que nosotros, el auto de detubo por completo,— Eban.

—No sé que pasó, solo sé que me senté lo entendí en el primer intento.

—Imposible.

—Enzo ¿Verdad?, parase ayer cuando corríamos a tirarnos al acantilado en vacaciones de verano,— Alex sonríe levemente.

—Sí, ¿pero qué de sus vidas, como les va en la capital?.

—Bien, gracias, estamos estudiando y trabajando.

—Que suerte, yo tuve que dejar los estudios, mi padre falleció al poco tiempo después de que se fueron todos, y tengo que ayudar a mi madre con los gastos.

—Lo siento— Alicia.

—No pasa nada, ¿él es tu novio?,— señala a Eban mientras la observa.

—No, él es un buen amigo de Alex,— incomoda.

—Entiendo,— sonríe avergonzado.

—Voy a ir a fumar a fuera, no tardó,— Míguel se va.

—Conseguí trabajo en la ferretería, y de ves en cuando veo a sus padres.

—¿Enserio?, ¿cómo están?,— emocionada.

—Los años se les empieza a notar en la mirada.

—Pobres, ellos cada vez más viejos y nosotros jovenes— nostálgico.

—Chicos!,— todos voltean a ver a Miguel parado en la entrada, con la mirada asustada y sorprendido, -Tienen que venir a ver esto.

El espantapájarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora