Capítulo 09

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Capítulo 09

—¿Chicos?,— pero no la escucharon, —¡¿Chicos?!

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—¿Chicos?,— pero no la escucharon, —¡¿Chicos?!.

Todos miran a Alicia y siguen su mirada hasta lograr ver la silueta en medio del maíz, con la guadaña en la mano mirándolos.

—Es...esa co...sa fue la que me trajo hasta aquí— Enzo.

La criatura comienza a caminar hacia ellos, —Ahí viene por nosotros...— Alicia.

—Tenemos que irnos— Miguel.

Entre Miguel y Alex toman a Enzo por los hombros y logran ponerlo de pie para que corriera.

Eban y Alicia abrían camino por el maizal mientras los otros corrían detrás de ellos. Y por más que no lograban ver a la criatura podían escucharlo correr.

Los pasos desesperados de parte de los chicos, sus respiraciones y critos era todo lo que se lograba escuchar en la noche.

La situación era clara. Correr antes de que la criatura los alcanze.

A pocos pasos de llegar a la carretera Alex y Miguel se detienen y caen junto con Enzo. Miran detrás de ellos y ven como la guadaña estaba clavada en la pierna de Enzo.

—Arriba, Miguel quita esa cosa de su pierna,— trata de levantarlo.

Tras varios intentos, —Creo que está sujeta a la tierra, no la puedo mover.

De la nada la guadaña sale del la pierna "¡Aahhhhh!" Exclamó Enzo al instante.

Todos miran al lugar en donde la guadaña de había ido y entre medio del maíz sale una calabaza con ojos y boca tallados en ella.

Un crito de susto hizo caer a todos entre el maíz, menos Enzo que trata de acomodarse, y se apartan del lugar.

Enzo voltea su mirada para verlo. De entre el maíz sale una mano, con un guante blanco desgastado, y toma la pierna de Enzo y se lo lleva.

Los cuatro corren para detenerlo, siguen los caritos de Enzo; corren y corren tratando de encontrarlo pero fue inútil.

Alicia tropieza y cae. Pide ayuda y eso basto para que los chicos vuelven para ayudarla, temiendo de que la criatura la hubiera atacado.

—¿Estás bien?.

—Sí, solo propese.

—Tenemos que volver por Enzo.

—Escuchen— Alex mira a todos lados incluso en el cielo.

El grito que empieza como un eco, sin saber de donde provenía, se va escuchando cada ves más lejano en el cielo.

Los chicos ayudan a Alicia a levantarse y se quedan observando el lugar.

—¡Enzo!,— Miguel, —¡Enzo!.

Con los primeros rayos de luz el auto Gordini se detiene en medio de la carretera sin importar si algún auto pudiera pasar. Todos en silencio se miran sin saber que hacer. Sin embargo a la única persona que paresia afectarle más fue a Alicia quien se limpia las lágrimas.

Todos van saliendo hasta estar todos juntos en la parte delantera del auto. Alicia se para frente a el mientras los otros tres se quedan un poco más adelante.

—¿Qué vamos a hacer?,— se acomoda el cabello, suspira, —No falta mucho para llegar al pueblo y con nuestros padres.

—Propongo seguir y hacer como que nada de esto tubo lugar,— Miguel.

—¿Y ustedes que dicen?— mirando a Alex y Eban.

El espantapájarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora