Capítulo 11
Mientras corría Miguel mira detrás de el para ver qué la criatura no lo estuviera siguiendo. Al volver a ver el camino se topa con la criatura de frente y cae al suelo asustado.
En un intento por querer oír la criatura lo detiene tomándolo de su cabello tan fuerte que provoca un grito de dolor por parte de Miguel.
Eban se tiene al escuchar el grito y correr en dirección a donde creía a verlo escucho pero se tropieza con Alex y Alicia.
—¡¿Dónde está Miguel?!.
—Nos separamos, la cosa fue por él, de prisa.
Los tres corren hasta ver un lugar en donde el maíz había sido arrancado del suelo, se veía la tierra removida y algunas gotas de sangre.
El grito de dolor de Miguel hace que todos empiecen a correr en dirección al crito nuevamente.
Mientras más corrían mas se lograba escuchar los gritos de Miguel y una silueta negra detrás que lo arrastraba "¡¿Miguel?!" gritaban para poder seguir corriendo en su dirección.
Pero de la nada la criatura salta en el aire y extiende sus alas para estar en cuestión de minutos en el aire sosteniendo a Miguel con las dos manos inconsciente.
—¡Miguel! —grita Alicia envuelta en llanto, arrodillada en el suelo, —¡Miguel!.
Alex lloraba en brazos de Eban quien miraba al cielo, pues la criatura había desaparecido en el.
***
Ya de nuevo en el auto todos quedan en silencio por unos minutos. Alicia se encierra en auto mientras Alex y Eban se sientan delante del auto mirando el camino.
—No puedo creer lo que nos está pasando, tiene que ser una broma, no puede ser sierto, no puede...— las lágrimas lo callan.
—Ya, mi amor, ya lo vamos a encontrar, no te preocupes.
—¿Cómo?, esa cosa nos está siguiendo desde que entramos en la carretera, nos persiguió, se llevó a Enzo — se limpia las lágrimas, —A Miguel, eso sin contar con que puede volar.
—Lo siento, solo trataba de hacerte sentir mejor.
Suspira, —Ni siquiera sabemos dónde se lo pudo a ver llevado.
—Quizá al pueblo, voló en esa dirección.
—No, lo único que hay por ese lado es un pequeño lago con un risco por dónde tirarse en el, dudo que sea ahí donde lo tenga.
—No perdemos nada con probar.
—Perdemos tiempo— mira al cielo, como las nubes se aglomeran, —Parece que se avecina una tormenta.
—¿Qué vamos a hacer?.
—No lo sé..
—Yo sí sé que tenemos que hacer— Alicia baja del auto.
—¿Te cambiaste?.
—Para lo que tenemos que hacer es necesario, — Alicia se había quitado el vestido y lo remplazo por un jeans y una camisa blanca, a sus zapatos por unas zapatillas y se recogió el cabello, —Tenemos que ir a la casa abandonada que pasamos mientras veníamos, es obvio.
—Pero eso es varios kilómetros detrás, nos llevaría mucho tiempo, a este paso llegaríamos en la noche.
—En tonces es mejor que empecemos ahora.
—Tenemos que hacer andar el auto.
Eban intenta hacerlo encender y lo logra en el primer intento.
—Ahora lo entiendo,— miran a Alex, —Cada vez que el auto se detenía era que esa cosa estaba con nosotros, lo que no entiendo es cómo lo hace.
—El auto que encontramos en la carretera, esa criatura lo provocó, no encontramos a nadie,— Alicia —No somos los únicos que esa cosa persigue.
—Pero seremos los últimos— Alex mira a Alicia con total seriedad.
El auto hace una curva y se dirige a toda velocidad por la carretera. Mientras las nubes iban creando el escenario para llover tapando el sol de la tarde.
ESTÁS LEYENDO
El espantapájaros
Misterio / SuspensoTres hermanos tratan de sobrevivir a un ser desconodo en la carretera de camino a casa de sus padres.