El príncipe Dietrich fue enviado a su primer enfrentamiento, uno que dirigirá él mismo. Su padre, el rey, lo envió directo al frente.
Le ha llegado una carta al rey dada por la mano confiable de un vasallo leal, Aeduuard creyó las palabras escritas al instante, decía: "Más allá de la frontera se planea una gran revuelta". Palabras cortas y precisas, no dio información por temor a una emboscada y Aeduuard comprendió.
Por ello no pudo estar presente, los nervios lo consumen, tampoco es que destelllara alegría por saludar a su primo de sangre, quizás el pueblo de Jurmunand lo acuse de poco filial.
-¿Una revuelta? -susurró para sí mismo, él no podrá ir y verificarlo con sus propios ojos, en cambio se quedó encerrado en su estudio. En la frontera el regente es el hijo mayor del Marqués, más allá el territorio de asentamientos y nómadas, ¿una gran revuelta de nómadas?, huele la trampa, pero no sabe donde la pusieron.
-Debería intervenir, Alteza -comentó su consejero a su espalda, Aeduuard ignoró al hombre-. El Duque cayó de una forma bruta, su esposa fue a reclamarle a la princesa. El rumor se extiende.
-¿Hay prueba? -preguntó con un golpe a la mesa, en el estudio ubicado en la torre del rey solo hay un escritorio, todos los siervos deben estar de pie mientras el rey está sentado.
-No... Pero -tartamudeó el consejero, iba a resaltar la figura del Duque, cualuqier tema relacionado con Allard de Sirrush no puede ser menor o pasado por alto.
-Entonces no me importa, ¿se cayó?, ¿no murió? Bien, dejo el tema. Mejor traedme los mapas -ordenó con voz fría, su rostro sombrío detona el nerviosismo de los sirvientes, sobre todo del consejero.
Desde que se encerró su humor empeoró y los siervos pagaron el precio, un error minúsculo puede provocar una expulsión por la torre, directamente por el balcón.
-De inmediato, su Alteza -Bajando la cabeza corrió por los mapas.
-Ah -llamó Aeduuard-, y trae al Marqués Welden aquí.
Aeduuard se acomodó en su silla, evitando el nerviosismo y procurando no levantar sospechas sobre su falsa enfermedad contagiosa. Pensó qué diría su madre Odilia al ver como el Duque más traicionero ocupa una recámara en su castillo. Y claro, nunca se encerraria sin escapatoria, en la torre, bajo sus pies existe una conpuerta y guardias de sombras aguardan.
Como el rey planea una defensa de un ataque que ni siquiera sabe si sucederá, un Comandante planea su caza.
Cuando oyó la palabra "rameras" no se imaginó esto, de verdad, es ridículo. Casi saborea el dulce aroma a mujer, sin embargo, ahora hiede a hombre disfrazado.
Pasaron la noche en una posada mientras el ayudante, conocido como Wade, un nombre bien dado a un niño reservado, les contaba su plan.
-Soy el alto mando aquí, ¿por qué hago un acto tan denigrante? -preguntó Enit Tyggr, él como Comandante no puede aceptar la difusión de esto, no podría suceder el condado si alguien en Leviatán se enterase.
-Todos nos probamos el vestido, usted dijo que somos horribles y que usted mismo lo haría -contestó desde la maleza el primer ayudante Wade, él tomó un gran gancho y se ocultó, su deber es claro, esperar y jalar las patas de quien se acerque.
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Los Segundos Señores -Primer Bloque
FantasíaPrimer Bloque de "Los Segundos Señores". Este Bloque se llama: "Los Vaughan". Sigourney es la segunda princesa del continente, sin duda una rosa con espinas agudas y voz estruendosa; al verse intimidada por un mendigo es obligada a casarse con el...