Capítulo 10

1 0 0
                                    


Son iguales

Desde que la vi tirada en el suelo mientras la estaban reanimando no podía sacarme de la cabeza el día que perdió la vida Maya en el accidente que nos costó la vida a los dos. Ella murió tras varios minutos de reanimación, y parte se mi murió con ella cuando su mano soltó la mía sin fuerzas.

Maya había sido mi novia desde el instituto, habíamos sido de esas parejas que lo descubrieron todo juntos, desde los besos tontos detrás de las puertas de los baños para no ser vistos, hasta la primera noche de los dos. Era esa parte de mi y sabía que yo era la suya. No mentiré, no era un camino de rosas, a las relaciones hay que regarla con mimo cada día, pero nosotros creíamos que podíamos con todo lo que se nos pusiera por delante. Claramente no era así, no fue así. Pero hicimos lo más bonito que dos personas que tanto se quieren pueden hacer, crear una pequeña personita del amor que teníamos. Paula tenía tres años cuando Maya nos dejó, me costó mucho los primeros meses hacer que fuera una niña feliz aun con la ausencia de su madre pero tenía a personas que me ayudaban con ella en todo momento.

Ahora ya podéis entender cuando no supe como reaccionar al ver a Melyssa de esa manera. Pero se que os preguntáis qué tiene que ver una con la otra, a parte de que las dos podrían pasar por hermanas de lo que se parecían en realidad fue la forma en la que me dejaron sin respiración al verlas. Si, lo sé, seguís sin entender nada. El día que vi a Maya una presión me acogió en el pecho y me enamoré de ella como un tonto, y el día que vi a Melany pasó lo mismo, lo que no sabe nadie, ni ella, era que ya nos habíamos visto anteriormente.

Pero eso mejor lo dejaré para cuando se lo diga a ella.

La cuestión es que llevaba estas semanas que no podía sacármela de la cabeza y no sabía como hacer para poder hablar con ella. Era policía, tenía formas pero no quería parecer un loco tras ella y menos después de estar recuperándose del accidente como el que por poco le cuesta la vida.

-Entonces había pensado que podríamos hacerlo en mi casa que tengo la barbacoa, que te parece?

-Perdona qué decías?

-Estas bien? Llevas semanas que con suerte me escuchas solo cuando te digo hola y adiós.

-Si, estoy bien, es solo que se acerca el día del cumpleaños de Paula y aun no tengo nada para ella

-Héctor, nos conocemos desde hace cuanto? desde que teníamos pañales y aunque no dudo que el cumpleaños de tu hija te preocupe, a ti te pasa algo mas.

-De verdad Javi no es nada más, y ahora que pienso como padrino podrías encargarte tu de preparar un año su cumpleaños

-No uses eso en mi contra, sabes que daría la vida por esa pequeña, pero no estoy listo para estar una tarde rodeado de niñas de cinco años gritando y moviendo el culo como unas quince.

No me hagas eso hermano, creía que me querías más.

-Eres lo peor que he visto en mi vida, así que vendrás conmigo a comprar lo que necesitamos para la fiesta. Acuérdate que vendrá la madre de su amiguita Lara, esa que llevas años detrás de ella

-Soy todo tuyo hermano, cuando dices que salimos?

-Cuando Paula sea mayor le contaré esto, que lo sepas.

-Juegas sucio, levántate y vámonos antes de que me arrepienta y me vaya a meterme bajo la cama tapado hasta la cabeza.

Salieron de la comisaría una hora antes de lo que solían hacerlo. En dos días tenían el cumpleaños de la pequeña y aún no habían decidido que tipo de temática elegir.

HASTA EL MAS ALLÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora