El paseo al pasado
Las niñas entraron en casa riendo y corriendo en dirección a la habitación de Paula. Por el camino se habían encargado de decir la ropa que le dejaría a su amiga para dormir esa noche, al parecer para unas niñas de cinco años era muy importante. Héctor dejó todos los regalos en la habitación que tenía para sus juguetes, ya al día siguiente se encargaría de ponerlo todo en su lugar. Les preguntó qué querían para cenar y las dos gritaron que unas pizzas estarían bien, miedo le daba cuando esas dos crecieran.
Con la película de Frozen, cenaron las pizzas y se quedaron dormidas antes de que la segunda película diera su fin. Las llevo a la cama y las acostó, ahora le tocaba a él relajarse un poco. Apago la televisión y recogió todo dejando limpia hasta la cocina. Se cambió de ropa, un pantalón negro caído y una camiseta corta era su pijama, se sirvió una copa y se metió dentro de su despacho. Este se encontraba justo frente a la habitación donde dormían las niñas, si se despertaban las escucharía. Se sentó en la butaca negra y los ojos se le fueron a las fotos que tenía colgadas en la pared. En ellas aparecían sus hermanos, sus padres, sus suegros con sus
cuñados y Maya. Maya aparecía en casi todas, tenía la sonrisa mas hermosa que él había visto hasta que conoció a Melyssa.
Al verla lo primero que pensó fue en su mujer, en cómo podrían dos personas tan distintas ser tan parecidas físicamente. Morenas de cabello, piel morena, ojos marrones y esa sonrisa que fue la que él se enamoró de Maya cuando esta se hizo adolescente.
Ella era la chica prohibida, hermana pequeña de su mejor amigo, la chica que todos querían tener a su lado pero inalcanzable para todos. Hasta que después de un verano sin verse, Maya se fue al pueblo de sus padres y Héctor se quedó con Javi, y Hugo estudiando por haber suspendido, al volver de su viaje vio que algo en él había cambiado. Ese verano Héctor dejó de ser el niño que era para convertirse en hombre y eso una mujer como ella lo noto solo verlo. Empezaron con el tonteo de adolescentes, hasta que reunieron el valor de decirse que se gustaban, y de ahí hasta hacía dos años. Diecisiete años el uno al lado del otro compartiendo planes de futuro, el nombre de todos los niños que iban a tener, donde iban a viajar y por que esos lugares. Todo eso se fue en un accidente, todo se fue por culpa de un borracho que decidió circular con su coche una noche de invierno al que se llevó la vida de la mujer que más había amado en su vida. Dio las gracias que esa noche Paula no fuera con ellos y se quedara en casa de su hermana a dormir con sus primos, si las hubiera perdido a las dos, tenía claro que se habría ido con ellas.
Era el segundo cumpleaños de su hija sin su madre y parecía que este había ido mejor, en el anterior, Paula no dejaba de llorar llamando a su madre una y otra vez, por eso este año había decidido que le daría el mejor cumpleaños del mundo para ella, y que feliz se sentía al verla con esa sonrisa.
Los recuerdos nunca eran buenos si aun te hacían sobresaltar al recordar, el tenía claro que debía hacer caso a lo que su amigo y su sobrina le habían dicho, pero no era nada fácil justo fijarse en la única persona con cierto parecido a la que fue su mujer.
Habían quedado en verse al día siguiente y no sabía cómo iba a poder mirarla a los ojos. Esos ojos que desde que la vio en esa cama de hospital recién salida de la ducha, los veía cada vez que cerraba los ojos. Genial se estaba convirtiendo en un loco por una mujer que no conocía más que su nombre y que había tenido un accidente que por poco la mata y del que salió ilesa, el problema de la pierna lo tenía controlado, lo sabía por su rehabilitador.
Debía irse a dormir, se había hecho tarde y quería estar bien fresco al día siguiente, y se veía venir unos sueños de los que le dejarían cabreado.
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HASTA EL MAS ALLÁ
RomanceMelyssa es una chica simpática, alegre, amiga de sus amigos, con un carácter de mil demonios pero endemoniadamente angelical. Pero todo eso desaparece cuando una llamada, una horrible llamada le comunica que el amor de su vida se fue para siempre. M...