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Las paredes blancas eran horribles a mi parecer. Me mantenía sentada en mi silla de la sala de espera mientras agitaba los pies de los nervios que me estaban consumiendo. Ya había contado el número de cuadros de loza que había en el piso. Llevaba al menos dos horas esperando que Ale saliera. Como la mamá de mi novia estaba ocupada, ella debía venir con su papá, pero él me dejó acompañarla. Ella tenía una cita en el consultorio al que iba su familia.

De pronto un enfermero salió de la habitación frente a mí, con Ale tras él.

Mi novia fue guiada hacia mí cuando me puse de pie.

"Hey." Dije ya que Ale se encontraba frente a mí.

"Hey." Reciprocó el saludo estirando su mano para tomar mi mano.

"¿Está todo bien?" pregunté preocupada.

"Ajá," ella asintió, "vámonos." Comenzó a caminar con su vara como guía, ya que yo estaba confundida y apenas movía mis pies.

"¿En serio está todo bien, Ale?" Quise saber cuándo ya estábamos caminando por el estacionamiento.

"Sí, Peque." Me contestó asintiendo.

"Ya, pero... ¿Cómo estuvo? ¿Qué te dijeron?"

"Cosas," sonrió.

"Ugh," rodé los ojos, "eres insoportable."

"Lo sé," se encogió de hombros.

"Anda, dime." Hice un breve puchero, borrándolo al instante, ya que no tenía caso hacerlo, Ale no podía verlo.

"Te lo voy a decir más adelante, no creo que sea el tiempo necesario..." dijo cuando salimos completamente del lugar.

No toqué el tema en el resto del camino. De hecho ella era buena para cambiar temas. Así que nos pusimos a hablar de mi día en la escuela. Me preguntó por Dylan y Jacob, ya que la vez que estábamos en el acantilado ellos aparecieron.

Cuando los vi ahí se me fue el aliento. Pensaba que iban a hacer alguna idiotez con Ale, pero me sorprendió escucharlos decir que a menudo iban porque les recordaba que habían hecho algo malo, e incluso se disculparon con mi novia. Ella los perdonó y después hice que nos fuéramos de ahí.

Aunque ése suceso me asombró, seguí evitando como siempre a ambos, ya no podía confiar en ellos. Y no quería.

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Sonreí cuando vi a Ale esperando en la entrada de la escuela con un pantalón negro, una blusa holgada negra, sus botas negras, sus anteojos del mismo color y su chaqueta de cuero, que la hacía ver como una chica mala y ruda, pero en realidad era mi linda novia ciega. Se apoyaba en su vara negra con rayas rojas. Fui directo a ella, con Emma y Lucy detrás de mí.

"¡Hola!" La saludé con emoción dejando un beso en su mejilla.

"Oye," dijo acercándose a donde yo estaba.

"¿Qué?" Pregunté a mi novia, confundida. Pero envés de responderme, me besó. Sonreí en sus labios.

"Era eso." Rió.

"¿Qué haces aquí?" Quise saber tomando su mano derecha.

"Mamá me estaba gritando y... Necesitaba verte." Contestó entrelazando nuestras manos.

"¿Quieres ir a algún lugar o...?"

"Ana." Escuché a Lucy hablar a mis espaldas. Me giré hacia ella.

"¿Qué pasa?"

"Se supone que hoy vamos a terminar el trabajo en tu casa, porque en casa de Emma va a haber una reunión familiar, sin ella." Rió mi amiga, ya que en el descanso estuvimos burlándonos de eso. Emma chocó su puño en el hombro de Lucy.

CRITICAL - Ale y Ana (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora