CAPITULO 5

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El sol se filtraba por las cortinas de esa habitación, dando inicio a un nuevo día. Terry abrió los ojos y sintió que abrazaba algo, no lo había soñado estaba ahí, en su cama junto a él, con cuidado uno a uno levanto los dedos que aprisionaban el hombro de Candy, no quería que ella despierte y se molestara con él por su atrevimiento. Entonces con mucho cuidado salió de la cama rumbo al baño para tomar una ducha con agua fría y quitarse esas ideas que había tenido nada más de verla acostada a su lado.

Candy despertó casi una hora después, estaba desorientada, luego recordó todo lo acontecido el día anterior - Oh por Dios! Estoy en el cuarto de Terry, qué vergüenza! Qué pensará de mí?- se llevó las manos para cubrir su sonrojado rostro.

-Creo que ya despertaste- dijo Terry desde la puerta de la habitación.

-Oh, lo siento creo que me quede dormida. Qué hora es?

-Es casi medio día.- le dijo mientras sonreía de la cara de espanto de la rubia.

-Qué, Tan tarde es!?... cómo pude dormir hasta tan tarde? Terry debiste despertarme!- de repente Terry soltó una carcajada -Qué es tan gracioso?

-No te preocupes Pecosa, son casi las 8:30 de la mañana.

-Oh Terry, de verdad eres insoportable!- le grito al castaño.- no hablaré contigo.

-Nada de eso señorita, usted debe explicarme muchas cosas.- se acercó a ella- pero antes... buenos días Pecosa- le dijo dándole un tierno beso en la frente.

-Eh... bu... Buenos días- es lo único que atinó a decir una sonrojada Pecosa.

-El desayuno está casi listo, cuando estés lista podremos desayunar, te espero en la cocina- le dijo saliendo del cuarto.

-Claro, tomaré un baño rápido.- dijo saltando de la cama.- ya lista se dirigió a donde sabía la esperaba el castaño.

-Vaya, sí que eres rápida- dijo cuando la vio ingresar a la pequeña cocina.

-Debo serlo por mi trabajo.

-Sigues trabajando en el hospital?

-No, tuve que dejarlo por los compromisos a los que asisto con la Tía Abuela. Ahora apoyo en la organización de ayuda para los orfanatos de las que los Andley son benefactores.

-Creí que te gustaba más ser enfermera.

-Aún me gusta... es sólo que después de presentarme como integrante de los Andley,- por no decir como la heredera de los Andley- los reporteros iban al hospital para conseguir algunas notas sobre mi vida, eso causaba mucho alboroto en el hospital y problemas a los pacientes, así que me vi obligada a dejarlo.- lo dijo con resignación.

-En verdad lo siento, sé lo mucho que te gustaba ser enfermera y ayudar a las personas.- Terry sabia lo molesto que podían ser los reportero.

-Está bien, a veces voy como voluntaria al hospital y a algunos orfanatos que necesitan de ayuda médica, así que sigo haciendo lo que me gusta- lo dijo con una sonrisa. Terry también le sonreía, Candy no había cambiado, seguía siendo la misma joven compasiva que había conocido.

-Bien, porque no desayunamos, te preparé panqueques, té y fruta, espero que sea de tu agrado.

-Y lo es! Todo se ve delicioso- dijo tomando algo de fruta.- no sabía que cocinabas- le dijo mientras probaba un bocado.

-Por mucho tiempo viví solo y no podía costearme una cocinera, y tú cómo lo haces?

-Bueno, no soy tan buena en la cocina pero me defiendo, así que no morirás de hambre- le dijo con un guiño. El castaño amó ese guiño y como Candy hablaba de un futuro juntos.

Luchare por ti mi amor🥰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora