INFIEL | kt

EPÍLOGO

INFIEL

Estaba realmente feliz, parece que la vida se había apiadado de mí, sin embargo las acciones que hice en el pasado me avergüenzan, aún no logro perdonarme del todo pero verla sonreír me hace pensar que tengo otra oportunidad.

—Taehyung, Dae te espera— escucho que me llaman, volteo y me encuentro con Yoongi, quien se retira al verme.

Me miro por última vez en el espejo, acomodo mi traje negro, y sonrío al tocar el reloj en mi muñeca. Fue su último regalo. Mis ojos dan con la foto sonriente que tengo sonriente de mi amada, poso dos de mis dedos en mis labios y los dirigí a la fotografía.

—Hoy, nuestra pequeña cumple 10 años— no puedo evitar sentir tristeza al notar que el tiempo ha pasado demasiado rápido.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras, los murmullos de la gente no se hacen esperar, están mis amigos, algunos con sus esposas y sus hijos y otros solteros. Y otros... viudos.

—¡Papá!

—Hola princesa— la cargo en mi brazos mientras escucho su suave risa— Feliz cumpleños, te amo tanto.

Me besa en la mejilla y mi corazón late con fuerza, la bajo y la veo feliz, mis ojos se cristalizan. Si tan solo estuvieras aquí para ver la hermosa criatura que diste a luz. Los demás la abrazan, felicitan y sonríen. Daehyun es un ángel, es mi vida entera.

—Bien, salgamos al patio.

Me miran confundidos.

—Taehyung, ¿Desde cuándo tienes patio?— me pregunta Namjoon, con una de sus hijas en brazos.

—Hace unos meses, lo hice para Daehyun— digo con simpleza— Además, la casa merecía estar más colorida y alegre.

Todos comienzan a salir y yo salgo al final, el viento acaricia mi rostro y cierro los ojos disfrutando la caricia. Había en su mayoría rosas decorando el jardí que hace meses hice. Para ser un empresario y padre a tiempo completo, creo que no me quedó nada mal.

—Colorida y alegre, como ella quería— susurré.

Sentí una mano sobre mi hombro y voltee.

—Está feliz y sé que le encanta el jardín— sonrío ante las palabras de Seokjin. Me da una mirada tranquila y va con los demás.

Están todos hablando, riendo y conviviendo. Nuestra hija se encuentra jugando junto con los demás niños, me siento en paz, Daehyun corre a mi y la cargo, le besó la mejilla y un rubor cubre sus mejillas. Me abraza y la bajo para que siga jugando con los demás.

—Ojalá pudieras verla— me duele el corazón tan solo de pensar que no puede ver la hermosa criatura que es Daehyun, pero sé qué está feliz y tranquila en algún lugar.

Varios recuerdos vienen a mi, y más importante, la forma en la que logró sobrevivir.

Yoongi me contó que no murió al instante, tuvieron que convencer al médico para que me diera esa noticia, no fue para nada fácil, sé que ella me amaba pero la situación en la que habíamos vivido en ese tiempo no era la correcta para iniciar como si nada.

El hecho de que solo tuviera 3 meses de embarazo salvó a ambas. El embarazo salió adelante junto con la recuperación de dos costillas rotas, en toda la palabra fue pura suerte que Daehyun esté aquí. Sé que mi esposa era fuerte por lo cual pudo dar a luz y sanar después, sin embargo enfermó cuando nuestra pequeña cumplió seis años y falleció dos años después, la conozco de sobra como para saber que fue difícil para ella saber que Daehyun estaría sola durante un tiempo, al menos hasta que Yoongi me contactara.