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En el segundo que volvieron a abrir los ojos, ambos estaban apuntándose las pistolas el uno al otro. El arma de Jaehyun clavándose en el pecho de Doyoung, y la de Doyoung, posándose fría en la frente de Jaehyun.

Por alguna razón, Doyoung pudo ver bajo la luz de las luces del bar a un Jaehyun con las pupilas dilatadas y la boca medio abierta, pero también muy sorprendido.

Y él se sentía igual. Fue como si las pistolas y la acción de tenerlas dirigidas hacia el otro les recordara lo que en realidad eran. La verdad de todo lo que estaba sucediendo.

Un empujón a la maldita realidad.

-¿Y si fingimos que no pasó? -Sugirió entre dientes cuando ambos guardaban sus armas.

-De acuerdo -dijo Jaehyun con las orejas ruborizadas, de hecho todo su rostro también lo estaba-. Yo solo...

-Estabas caliente, yo también -habló Doyoung rápidamente sintiéndose bastante incómodo. No eran capaces de mirarse a los ojos, aunque su mirada estaba clavada en el vientre de Jaehyun, donde algunos músculos se marcaban tras la camisa. Músculos que él tocó muy descaradamente-. Yo no he tenido sexo hace mucho tiempo, incluso ya llevamos nueve días en el bucle y...

-Yo tampoco -Jaehyun lo interceptó pidiéndole al bartender un trago-. Pero ya, no volverá a pasar.

-Pero tiene que pasar, eventualmente tiene que pasar... -Doyoung ahora también sentía sus mejillas calientes, esto era estúpido.

-Tiene que pasar -el menor remarcó la primera palabra, la saboreó en su boca.

Recordó el cuerpo de Doyoung lleno de heridas... Pero perfectamente hermoso también.

Duraron un buen tiempo sin decirse nada mirando a las familiares personas en la pista de baile y escuchando la canción ya tan conocida para ellos de Doja Cat. Ahora que Doyoung le ponía atención, aquella era una canción perfecta para una candente sesión de sexo... Sus ojos volvieron a mirar a Jaehyun y su sexy cuerpo... Una candente sesión de sexo con Jaehyun.

-¿Por qué me estás mirando de esa forma, Doyoung?

Doyoung se atragantó con su propia saliva.

-¿De qué forma? No te estoy mirando de ninguna forma -dijo rápidamente mientras reía con nerviosismo-. ¿Sabes qué? Necesito tomar aire... Yo... Saldré un momento.

-Está bien, cariño -murmuró Jaehyun cuando se comenzó a alejar por la pista de baile.

Cariño. Recordó que Jaehyun le admitió que le prendía muchísimo aquel apodo.

Maldita sea. Odiaba pensar con su pene... El cual parecía estar bastante vivo en ese momento.

Apenas salió a la calle, respiró el aire fresco y frío del anochecer. Intentó calmarse pensando en cosas horribles y asquerosas e incluso comenzó a decirlas en voz alta como si así las pudiera materializar.

-Pepino, las películas de Zombie de Disney, vomito, vomito de bebé...

-Qué asco -dijo alguien a su lado y aquello lo hizo sobresaltar porque creyó que estaba solo. Y su sorpresa aumentó todavía más al ver quién era la persona que le hablaba.

¿Él siempre estaba allí?

-Johnny... -murmuró ahogando un grito-. ¿Qué haces aquí?

El hombre se acercó casual como solía hacerlo siempre, pero después de que Doyoung vio cómo él le había disparado muchas veces ya, solo se apartó con brusquedad, cosa que provocó que Johnny frunciera el ceño.

El imperfecto azul [ JaeDo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora