Su alma pesaba como nunca antes cuando sus dedos se enredaban poco a poco en el fino traje de Jaehyun. Las yemas de sus dedos se sentían frías e incluso todavía más cuando finalmente tocó su cuello y lo acarició en medio del beso.
¿Cómo alguien tan peligroso y venenoso podía sentirse tan bien cuando estaba cerca suyo besándolo de esta forma tan preciosa? ¿Era tal vez porque ambos eran iguales de tóxicos y nocivos para el otro? Doyoung admitía ahora por qué podían ser almas gemelas, es que era terriblemente obvio lo mucho que se necesitaban el uno al otro, lo mucho que requerían que el otro existiera para que se sustentaran las actitudes de mierda que tenían entre ellos, pero también lo dominante que era el sentimiento de querer besarse, abrazarse y decirse palabras de apoyo. Sembrar aquella utópica esperanza de que al final todo iba a estar bien.
Y debido a eso último, a la utopía que significaba en medio de la triste realidad, Doyoung se separó de Jaehyun sintiendo que se le desgarraba el alma. Estaba llorando sin poder mirar al menor que dio un paso al frente para volver a atraerlo contra su cuerpo, pero Doyoung lo empujó con todas su fuerzas haciendo que se tambaleara.
—Doyoung... —Murmuró Jaehyun preocupado al verlo así y aquello hizo que él llorara todavía más teniendo que apretar sus ojos.
—Aléjate de mí, Jung.
—No —dijo Jaehyun ahogado tomándolo de la cintura aunque Doyoung estaba luchando por zafarse—. Sé que no lo dices en serio, cariño. No puedes pedir que me aleje de ti cuando tú mismo has hecho esto, por favor.
—Suéltame, suéltame no te quiero cerca. —Doyoung le pegaba a su brazos aunque no con fuerza, ya parecía no quedar nada en su cuerpo.
—Doyoung... —Jaehyun tomó su rostro con delicadeza, Doyoung odiaba que los poco centímetros de diferencia le obligaran a levantar la cabeza—. Tú no estás llorando por lo que pasó, dime ¿qué sucede?
Dulce. Los venenos también podían ser malditamente dulces.
—Es que —murmuró ahogándose entre su sollozos e hipidos—. Es que...
—Doie, ¿necesitas ayuda? —Taeyong estaba detrás de él. Su voz dura y terrible como un hierro frío que le golpeó en el pecho.
Doyoung bajó su cabeza suspirando contra el pecho de Jaehyun sintiendo un poco de calidez antes de girarse y enfrentar a su mejor amigo. No parecía enfadado, sino más bien alarmado por verlo en ese estado tan vulnerable.
—No lo sé, no lo sé —dijo con un hilo de voz antes de colocar sus manos sobre su rostro y agacharse para llorar sintiéndose patético por no poder ser capaz de controlar sus sentimientos.
Jaehyun se agachó a su lado abrazándolo intentando que se calmara y Doyoung de inmediato escondió su rostro contra su pecho. Taeyong los miró de una forma extraña casi a la defensiva preparando su arma, pero el castaño sin tenerle miedo le susurró que él se hacía cargo.
—Doie...
—Está bien, Tae, puedes irte —dijo Doyoung aún con las manos en su rostro—. Gracias por todo.
Taeyong asintió un poco inseguro dando la media vuelta. Jaehyun lo vio irse mientras acariciaba todavía los hombros de Doyoung que poco a poco se calmaba regulando su respiración.
—Lo siento —murmuró colocando su frente contra el pecho de Jaehyun.
—¿Por qué lo sientes?
—Por acusarte de que le podías hacer daño a Jeno, sé que nos podemos lastimar entre nosotros, pero no a él —Doyoung suspiró antes de mirarlo a los ojos, Jaehyun parecía casi igual de frágil que él—. Y también lo siento por no decirte que... Que tenía un hijo.

ESTÁS LEYENDO
El imperfecto azul [ JaeDo ]
FanfictionEs un juego cómico y cruel de la vida. En un mundo donde, cuando conoces a tu alma gemela, el tiempo se detiene por un instante y luego se siguen reviviendo las mismas 24 horas hasta que ambos se enamoren, Jung Jaehyun y Kim Doyoung se han encontrad...