🦋 El lugar donde estás

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D-6
Julio 1: El día en el que a Doyoung se le olvidó un pequeño detalle, que no podía confiar en nadie

Las gotas de sangre caían espesas dejando un rastro por toda la calle. Doyoung se apretaba el hombro para que esta dejara de salir mientras corría por los oscuros callejones ahogado. Incluso alcanzó a escuchar los pasos dos segundos antes de que los hombres que lo perseguían pasaran muy cerca.

Él solo aguantó aire y se pegó contra la pared, pese a que el terrible dolor en su brazo provocaba que quisiera gritar a los cuatro vientos. Tenía una cortada que no era profunda, pero iba desde su hombro hasta su codo.

Y lo que más le jodía era que se la habían hecho con su propio maldito cuchillo.

—No vas a poder escapar tan fácil, Kim Doyoung. Asquerosa rata traicionera. Espero que te torturen frente a todos y que sea Kyungsoo en persona quien lo haga —exclamó alguien muy cerca y Doyoung dejó de apretarse la herida, para colocar la mano en su boca evitando fuertemente que cualquier sonido pudiera salir. Su rostro ahora estaba sucio debido a su propia sangre.

Realmente no entendía cómo lo habían descubierto si el plan era perfecto en todo su esplendor. Había dormido a los guardias, a sus compañeros, se había robado una muy buena cantidad de dinero y le había pagado incluso hasta al director del aeropuerto para que ya tuviera un vuelo preparado para Jeno y él. Además, había pensado en todo lo que podía salir mal y estaba preparado para cualquier eventualidad.

Y sin embargo, lograron descubrir una falla en su plan porque cuando iba a la casa de Hye para llevarse a Jeno, una patrulla de policía se cruzó en su camino y fue demasiado tarde cuando se dio cuenta que eran sus propios compañeros quienes lo estaban esperando.

Y que habían llegado a acabar con él pasara lo que pasara. Lo iban a destrozar por intentar escaparse.

Alguien abrió una puerta a lo lejos y Doyoung vio allí su única posibilidad de escape (aunque en su interior sabía que no iba a poder escapar jamás mientras siguiera en Seúl y que los planes de poder irse con Jeno, ya ahora eran solo una maldita utopía). Había cavado su propia tumba

Entonces Doyoung tomó su brazo lastimado y apretó sus labios antes de salir corriendo, pero al mirar hacia atrás por un instante, se estrelló contra una pila de basura que se cayó haciendo demasiado ruido. Solo alcanzó a parpadear una vez antes de que comenzaran a dispararle.

Dos balas rozaron su cuerpo. Una en su tobillo y otra en su muslo, pero Doyoung alcanzó a entrar al lugar antes de cerrar la puerta con fuerza. Se recostó contra el metal intentando respirar mientras el sonido de balas estallaba afuera. Cuando abrió los ojos, había una mujer que lo miraba aterrada.

—Por favor no me hagas nada, solo salí a botar mi basura. —Suplicó nerviosa

—Tranquila. Es mejor que vayas a esconderte arriba —le sugirió alistando los cuchillos en su mano.

La mujer asintió todavía bastante asustada y salió corriendo escaleras arriba. Doyoung se mordió el interior de su mejilla bastante nervioso antes de girarse para pegar su oído en la puerta porque ya no escuchaba ningún sonido de bala. Se inclinó un poco más para ver si podía escuchar sus pasos o voces , pero un ruido detrás llamó su atención. Se giró extrañado y entonces vio que la mujer que vio antes, ahora tenía una pistola enorme apuntándole. El reloj que la identificaba como parte de su organización estaba en su muñeca.

El imperfecto azul [ JaeDo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora