[Perspectiva de Kim Jisoo] [Nueve de la noche, cerca de la sala Arcade]
Puede que la vida sea un tormento en muchas ocasiones, a veces simplemente queremos desaparecer de ella y otras veces queremos vivir como nunca antes lo hemos hecho. Queremos disfrutar, queremos hacer cosas nuevas, queremos caminar hacia la montaña más alta del mundo y gritar con todas nuestras fuerzas para después caer sobre el pasto y ver cómo baja el sol y la luna lo reemplaza poco a poco; queremos pasar tiempo con las personas que nos hacen sentir felices de seguir vivos, queremos comer una vez más nuestra comida favorita, ir a nuestros lugares favoritos... Pero pequeños detalles como esos son los que preferimos omitir y/o evitar para concentrarnos en nuestros problemas, para ahogarnos en nuestra tristeza porque creemos que es lo único que merecemos, sin embargo, todos merecemos un pequeño descanso de vez en cuando.
Es por eso compre unas frituras sabor a pollo con una fanta de uva con hielo. Hay que disfrutar la vida de alguna manera y decidí esta, además, me dirijo a la sala Arcade para visitar a la chica de mis sueños, Chaeyoung, Roseanne, o apodada por mi como Rosé; y así tal vez, invitarla a salir de nuevo. ¿Estará muy tarde para ella? Puede que sus padres no la dejen, o ella esté exhausta por su turno. Aunque no sé si tiene turno... Bueno, lo averiguaré en cuanto llegue.
Los mensajes de mi madre arruinaron el buen humor que tenía el día de ayer. He querido tener una buena relación con ella, pero sencillamente me odia. Odia que haya nacido, odia que siga viviendo con ella. Puede que tenga 18 pero aún no puedo vivir sola y mantenerme, sigo teniendo un sueldo mediocre, además... ¿quién cuidaría de ella? Solo me tiene a mi, mis hermanos se olvidaron de ella y los comprendo totalmente, ha sido un ser despreciable con cada uno de nosotros pero sigue siendo mi madre y deseo lo mejor para ella. Sin embargo, me gustaría tener una buena madre, una que quiera hablar conmigo, una que no apague sus cigarrillos en mi cuerpo, que no patee mi estómago y que pueda abrazar en lugar de querer alejarme cientos de kilómetros de ella.
Sigo tomando mi soda mientras camino hacia la sala de videojuegos y mangas, la cual descubrí por mi pequeña vecina Ellie. Sus padres trabajan arduamente para que ella y su hermano mayor logren vivir cómodamente, así que necesitan que alguien cuide de su pequeña en las tardes. Llevo aproximadamente un semestre cuidando de ella y ambas sentimos un aprecio mutuo de hermanas. La semana pasada, el día viernes, estuvimos haciendo su tarea en su casa y cuando acabamos, ella deseaba salir así que me dispuse a llamar a su madre y ella accedió a esto, por ende nos pusimos en marcha.
Cuando salimos de la casa, comenzamos a caminar hacia una heladería conocida de la zona, pero bastante alejada de nuestro vecindario. No obstante, observamos un bonito lugar que tenía un letrero con luces, enunciando la palabra "ARCADE". Desde afuera se veía lo repleto que estaba, con muchos niños y adolescentes fanáticos de las máquinas de videojuegos. Pero lo que más me impresionó fue la chica rubia que irradiaba alegría, amor y felicidad. Estaba soltando una carcajada junto a otra chica pelinaranja a la que no le presté mucha atención. Toda mi atención se la había llevado la chica rubia, que trataba de ocultar su linda sonrisa detrás de su mano. El tiempo paró. Todo se sentía fresco, ligero como una pluma.
Ellie logró que cayera en la amarga realidad y dejara de observar a la chica rubia.
—¿Estás bien, Jisoo? ¿Estás en estado de shock? Aún no sé mucho de eso pero... - La pequeña niña prodigio se había alterado por mi comportamiento.
—No Ellie, sólo vi un ángel...
—Pero si no me estabas mirando a mi. - Su personalidad cambia rápidamente, de alguien nervioso a alguien engreído. Reí con ella y fuimos por nuestros helados.
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• ARCADE • Chaesoo
RomanceRuidos y diversión en un solo lugar. La risa de los niños es agradable. La comida de la maquina expendedora es deliciosa. Pero todo era tan monótono. Escuela, trabajo, casa. Esa rutina se repite todos los días, no había nada emocionante en mi vida...