CAPÍTULO 11.

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— Hola Jennie. — Escucho el sonido de la derrota en el videojuego y bufo porque casi alcanzo la meta y no pude ser la reina. Volteo mi cuerpo hacia donde está la castaña y le sonrío, no nos vemos desde la última reunión de mis padres con sus padres y es una sorpresa, pero su presencia siempre es agradable.


— Hola linda, ¿qué tal todo? — Tiene una sonrisa muy bonita, su cuerpo es pequeño y tierno, tiene unos bonitos cachetes y te dan ganas de guardarla en una cajita para que nadie le haga daño, es una gran persona. Admiro su belleza, y las veces que se lo he comentado infla sus cachetes y frunce el ceño como una niña pequeña. — Pasaba cerca y quise saludar.

Sin embargo, observo hacia dónde se dirige su mirada y está mirando a Lisa mientras tiene una sonrisa de enamorada. Se han visto un par de veces, cuando mis padres han tenido una reunión y Lisa precisamente está en mi casa. Ella está distraída viendo que los niños que están gritando viendo a uno de ellos jugar en una máquina no golpeen está ni destrocen nada, ya que deben pagar una pequeña cantidad de dinero por dañar algo, así sea sin intención. Sin embargo, Lisa se da cuenta de la mirada de Jennie Kim y voltea hacia donde estamos, y se queda sorprendida al verla. Alza su mano y sonríe enormemente, y Jennie devuelve el saludo, y como estoy tan cerca de ella, puedo notar como sus mejillas enrojecen.

— Estoy agradecida de que hayas pasado, pero sé que no ha sido por mi. — Comienzo a reír por su nerviosismo ante Lisa. — Por cierto, ella me preguntó tu número hace poco y quería preguntarte si podía dárselo, ¿estás bien con eso?

— ¿Hablas en serio? — Por fin me mira a los ojos con una mirada ilusionada y brillante. — No necesitas preguntar, pero ya que lo haces, tengo un mejor plan. Dame su número y le hablo yo primero. — A pesar de ser alguien nerviosa, es demasiado confiada en sí misma y es otra de las cosas que admiro de Jennie Kim.

—Seguro, estará encantada cuando le hables. — Le sonrío y saco mi teléfono del bolsillo derecho para buscar su contacto. Le muestro el número y Jennie saca también su celular para anotarlo. Al terminar, ambas nos sonreímos como cómplices. Gracias al cielo Lisa ha vuelto a distraerse para ir a jugar con los niños que la invitaron para vencerla, ese es el encanto de Lisa con los pequeños, desean jugar con ella porque es divertido.

— Bueno, también vine porque mi mejor amiga no fue a la escuela. Es algo extraño, ha faltado antes pero siempre me avisa, aunque a veces creo que me miente. Estos lugares le gustan mucho porque le recuerdan a su niñez. — Esa frase se me hace conocida. — Vive cerca de aquí y pensé que tal vez pasaría por aquí, pero por lo visto, no está. — Se pone en puntas para observar la sala para leer manga y cómics pero está vacío, así que se pone en su altura habitual.

— Descríbela, tal vez la reconozca. — Lo hice con doble intención, porque esa frase no podía quitarla de mi mente.

— Cabello negro, piel de angel, labios en forma de corazón, una sonrisa cautivadora, es de mi estatura aunque le gano por un centímetro así que es más baja que tú. — Me espanto ante tal descripción, suena a Jisoo.

— ¿Su nombre? — Creo que mi cara de preocupación la asusta porque frunce el ceño al mirarme.

— Kim Jisoo, ¿la conoces? ¿pasa algo? — Me recuesto en la máquina para pensar en que puede estar pasando algo con Jisoo, por eso no fue a la escuela y no le llegan los mensajes. Ella toma mi brazo para que le responda.

— Sí, estuvo en mi casa ayer. Creo que somos amigas ahora. Ella de vez en cuando viene a saludar, y se supone que hoy estaría aquí pero aún no ha llegado. — Muevo mis dedos entrelazados. — Pero ella usualmente llega a las nueve, cuando salgo. ¿Quieres esperar conmigo? — Ella observa su reloj antes de responder.

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