CAPÍTULO 1.

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El sonido de las 20 maquinas de videojuegos puede resultar molesto algunas veces, cuando se llena el lugar y los niños compiten entre si, gritan, felicitan, se enojan y golpean las maquinas. A veces intervengo, otras veces la persona que le ha pegado me mira con intención de disculparse, a lo que simplemente sonrío y asiento para que siga divirtiéndose.

Este trabajo puede resultar aburrido, ya que no me permiten jugar con las maquinas a no ser que haya terminado mi turno y para ese entonces sólo quiero irme a casa a descansar. Aprovecho cuando hay poca gente en mi turno para hacer las tareas que me dejan de la escuela, otras veces sólo canto la música que pongo para que los jóvenes que entran al lugar puedan sentirse más cómodos.

Son las ocho de la noche y aún falta una hora para que mi turno termine. Estoy cansada, pero lo único que quiero hacer es ir a comer. Me gusta mucho la comida en mi trabajo hay una máquina expendedora que tiene una buena parte de mi sueldo adentro, ya que todos los días saco algo para comer, lamentablemente hoy dejé mi dinero en casa y no he podido comer algo desde la una de la tarde. Aunque antes almorcé, siento el estómago increíblemente vacío.

Me levanté un momento para ir a mi casillero de trabajo donde guardo las cosas que traigo, como mis libros, las llaves de mi casa y mi mochila, donde tengo ropa para cambiarme si pasa algo aquí, o si no voy a mi casa directamente después de trabajar. Cuando abro mi casillero, vi una nota escrita a mano. "Revisa mi casillero, tengo una sorpresa para ti. ¡Disfrutalo! Con amor, Lisa ;)". Tenía vergüenza de abrirlo, sentía que estaba cometiendo algo malo a pesar de que ella misma me dijo que abriera su casillero. Cuando lo abrí, encontré una bolsa de frituras con una caja de jugo natural. Gracias, Lalisa, me salvas la vida.

Me senté de nuevo en mi puesto, esperando a que alguien entrara o alguien que saliera del lugar, mientras comía las frituras. Acomodé mi pelo rubio teñido para que no me estorbara cuando comiera. Todo estaba tranquilo, varios niños se iban poco a poco, sabían que faltaba poco para cerrar el lugar, había gente que se hacía afuera para mirar el local, que era muy llamativo, por cierto.

Ya había pasado media hora, faltaba otra media hora para que mi turno terminara. Aunque siempre me quedo unos 15 minutos más para ordenar y limpiar, no es molestia para mi. El jefe se dio cuenta de ello hace unos días y subió un poco mi sueldo, estoy agradecida porque una chica de 16 tiene muchas necesidades, sin embargo, no quiero hacer que mis padres gasten todo su dinero en mi.

Faltaban dos niños, los cuales se fueron 15 minutos antes de cerrar el local. Subí un poco el sonido de la música, la canción era "Yellow" de Coldplay. Ya que los niños se fueron antes, y es poco probable que la gente entre al local, me levanté de mi puesto, tomé la trapeadora e imaginé que yo era el vocalista de Coldplay en un concierto mientras trapeaba y tomaba la trapeadora como micrófono. Amo esta canción.

Estaba tan inspirada que no me di cuenta de que alguien había entrado al lugar y estaba observando mi concierto en la sala Arcade, hasta que oí su risa. De inmediato paré mi concierto para observar a la persona, mientras me sonrojaba y poco a poco me asemejaba a un tómate.

Jamás había visto a una chica tan hermosa.


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