Nuestra Infidelidad (Bakugou Katsuki x tú)

Cara de Ángel

Bakugou Katsuki

"A cuatro años de su heroico sacrificio, el día de hoy se recordará una vez más a la heroína Iron Blue, varios de sus allegados nos darán unas pequeñas palabras sobre cómo era ser el compañero o amigo de tan maravillosa mujer" 

Podía sentir como mis manos temblaban de nerviosismo a pesar de haber meditado y saber exactamente lo que tenía que decir, no podía evitar sentirme así.

—Tranquilo hermano, lo harás bien— Me ánimo Kirishima

Asentí aún no tan seguro, pero así subí al podio al llegar mi turno, esta sería la primera vez en que me dejara ver en los medios después de haberla perdido.

Fue inevitable escucharles gritar mi nombre de héroe una y otra vez, mientras los miles de flashes me cegaban.

Aclare mi garganta, haciendo callar los murmullos y llamados, atentos de lo que sea que dijera.

—En su cabello en forma de pequeños broches, en su ropa o en sus accesorios, como aretes o collares, en cualquier cosa, siempre llevaba consigo una estrella. Creí que si seguía usando tanto esa figura se convertiría en una, lo pensé y se lo dije en algún momento en forma de burla, pero... jamás pensé que se volvería en mi propia estrella...— Nadie decía nada, era un completo silencio.

—La mujer más brillante y hermosa que jamás haya visto en mi vida, mi única fantasía. Sé que es jodido pensar que alguien tan amable y servicial, amada por toda la gente estuvo con alguien como yo, supongo que su misma amabilidad y dulzura fue lo que me atrajo de esa mujer y ella amaba arreglar cosas rotas, siempre fue una tonta eligiendo pareja— Reí levemente y la multitud también lo hizo

—Era tan fácil, pero al mismo tiempo difícil el enojarme con ella, después de cada pelea o discusión al instante recibía un mensaje suyo que decía: "Te amo" y en algún otro momento también me dijo: "Katsuki, sin importar qué, tú serás siempre el amor de mi vida, mi alma gemela, moriría por ti mil y una vez" En ese momento no me di cuenta a qué se refería, hasta ahora, porque siento que perdí lo más cercano y puro que tenia junto a mí...— Mi voz se corto y las lágrimas comenzaban a amenazarme, suspiré hondo, tratando de tranquilizarme y seguí —Ella murió... pero como ella misma me lo dijo aquella vez, ___ era mi alma gemela... y las almas nunca mueren, gracias—Al instante me di la vuelta y los fuertes aplausos no se hicieron esperar.

—Lo hiciste muy bien Bakugou— Me recibió Kirishima con un abrazo —Estoy muy orgulloso de ti, hermano—

—Gracias— Respondí sintiéndome realmente satisfecho.

—¿Qué es esto?— Pregunte en el momento en que Kirishima me ofrecía un sobre blanco, en el instante en que nuestro abrazo se disolvió.

—Lo entenderás cuando lo leas— Me respondió mostrando una sonrisa de apoyo.

Extrañado, abrí el sobre y entonces la esperanza me habló.

—¿Bakugou?— Preguntó Kirishima

—Te veré luego— Respondí para marcharme de inmediato de ahí.

"Jamás me di cuenta de lo miserable que podría volverse todo, sin esa tonta mujer aniñada, pensé que sería más probable hacerme adicto al alcohol que a esa porquería azul que ella bebe día y noche"

—¡A un lado!— Exclamé molesto, tratando de esquivar a toda esa multitud de personas que había en el lugar.

"Realmente creí que estaría junto a mí para siempre, como lo ha hecho hasta ahora, no puedo siquiera imaginar en la melancolía y amargura que tragas cada día, sin poder ver su hermosa sonrisa al despertar que te hace saber que eres la persona más afortunada del maldito mundo"

—Maneje con cuidado señor— El encargado de los vehículos me entregó las llaves de mi motocicleta a la que subí de inmediato, con el destino más que marcado en mi cabeza.

"Sé que conociste a Kazui y a Himari, tú jamás tendrás una familia junto a la mujer que tanto amas, realmente te compadezco, incluso lloré en el momento en que lo supe, te admiro, hijo de puta"

—Señor Bakugou, bienvenido ¿En qué puedo ayudarlo?— Pregunto aquel hombre personal del hotel, que ya me conocía bien.

—La cocina ¿Dónde queda la cocina?— Pregunte con ansias

—Al fondo a la derecha ¿Por qué lo pregunta? ¡Espere, no puede entrar sin una autorización!— Me llamó la atención en el momento en que caminaba a prisa, abriendo la puerta sin importarme sus límites.

"Junto a mí tomó una decisión, ella tal vez ya no esté en tu línea temporal, pero aún puedes honrar su buena voluntad, si no deseas más tu vida, dedícala a alguien desprotegido que necesita una y ámalo tanto como ella lo hace desde el día en que lo conoció"

Me detuve en el marco de la puerta, revisando cada centímetro del lugar con la mirada, esperando algún sonido, lo que fuera que le delatara. Camine por el reducido pasillo y ahí, el pequeño hueco que había entre el refrigerador y la estantería estaba escondido, tapando con ambas manos su boca, para no hacer ruido

—Hey...— Mis ojos escocieron al reconocer al pequeño de las fotografías que había visto en casa, sus claros ojos verdes, esmeralda.

Pero en el instante en que el niño fue descubierto trató de escapar lejos de mí, aferrándome.

—¡Espera, no te vayas!— Sostuve con desesperación su pequeño brazo —Por favor... no te vayas— Rogué, derramando la primera lagrima.

—¿Por qué lloras? ¿También estás... solito?— Pregunto con inocencia, mirando con atención y pena cualquier movimiento mío.

—Si... lo estoy, así que quédate conmigo... Eiji— Pedí, acariciando su cabello.

—Mi nombre en realidad es ____— Escucharle decir el apellido de la mujer que amaba me doblegó el alma.

—Ya veo... ese es un increíble nombre mocoso— Respondí con regocijo, limpiando la humedad de mis mejillas.

—Pero me gusta "Eiji" ¿Puedo llevar ambos?— Pregunto haciéndome sentir quebrar por dentro

—Si, si, eso... eso sería maravilloso— Dije con una enorme sonrisa

" Y jamás olvides que ella te salvo la vida, no por egoísta, sino porque te ama y lo seguirá haciendo incluso cuando ya no está, por eso la llamamos así ¿Lo recuerdas? Ella es nuestra adorada Cara de ángel"

—Lo recuerdo...— Murmuré mientras sostenía en un caluroso abrazo a mi nueva esperanza de vida

Estaré bien y seguiré adelante porque sé que me estás observando, así que yo espero que donde sea que estes también sigas avanzando.

Algún día estaré una vez más contigo cara de ángel, mi adorada Angel.