Nuestra Infidelidad (Bakugou Katsuki x tú)

Quédate conmigo

Bakugou Katsuki

—¿Quieres jugar un poco en la consola?— Podemos tratar de evadirlo por lo menos un poco

—No te emociones fea, solo llamaba para preguntarte ¿Qué es lo que quieres comer?... No sé porque no me sorprende tu respuesta... Si, si, llevaré tu porquería azul— Llamarte por teléfono en cada momento que me sea posible para restar tu vacío, si prefieres.

Pero me doy cuenta que la empatía y atención no es suficiente.

Me da horror ver cómo intenta aparentar bienestar por mí, cuando puedo ver muy bien la oscuridad a través de ella.

—Ven aquí...— Dije al llegar a mi límite.

Me enfermaba el hecho de seguir aparentando que todo estaba bien, así que finalmente le extendí mis brazos brutos, abrazándola con fuerza, deseando consolarle y protegerla.

—Tranquila...—Aunque la pérdida es de ambos —Todo está bien cara de ángel...— Sé muy bien que ella lleva el mayor peso sobre sus hombros, pero aquí estaré hasta que este bien, hasta que estemos bien.

—Lo siento, Katsuki...— Dejé que sus palabras y el llanto liberen todo su dolor, comparte conmigo el peso, haciéndonos más fuertes cada día, juntos.

Sé que lo lograremos, porque estás aquí, conmigo y así fue.

—Kacchan ¿Cómo has estado?— Preguntó el inútil de Deku, al encontrarme con él en los pasillos de su agencia.

—Muy bien, antes de volver a ver tu maldita cara— Dije irritado

—Bakugou, sigues siendo el mismo bravucón de siempre— Entonces ella apareció, con la ropa de la mujer empresaria que era, esa falda le quedaba increíble.

Ella me extendió su mano en forma de saludo formal, nuestras manos se estrecharon con suavidad

—Y tú sigues siendo la misma blanda— Y una sonrisa cómplice apareció en nuestros rostros

Ambos burlándonos de la situación, de nuestra actuada ignorancia, si tan solo supiera lo que escondemos, esa relación implícita que tengo con su mujer, pero Deku debe conocer bien el sentimiento.

—Bueno, yo iré a casa, te estaré esperando para la cena, cariño— ¿A caso quiere provocarme?

Deku tomó la mano de su esposa y la alejó de mí, tendrían una pequeña conversación de la que no debía escuchar.

—No podré llegar a casa para la cena— Con lo que "Susurro" el inútil, entendí sus intenciones y lo que vendría.

—¿Tendrás trabajo extra?— Actuó tristeza en sus palabras, haciendo un pequeño berrinche.

—Si, llegaré mañana por la mañana— Respondió Deku, acorralado por la reacción adorable de la mujer frente a él y no lo culpaba, con esa misma cara ella obtenía todo lo que quiere, incluso viniendo de mí.

—Está bien, solo cuídate mucho ¿Si?— Sonrió, y mis ganas de ir para reclamarla como mía solo quemaba cada vez más mis entrañas

—Bien, te veré mañana— Y el idiota beso su frente para girarse y caminar de vuelta hacia mi dirección.

Ella me veía con satisfacción, guiñándome un ojo, la vi sonreír en el momento en que toque mi oreja derecha, sin decir ni una sola palabra ya habíamos creado un plan para esta noche, solo debía esperar la siguiente señal.