Nuestra Infidelidad (Bakugou Katsuki x tú)

Recompensas

____ Midoriya

—Les daré un momento a solas— El abogado se puso de pie

—Gracias— Respondí por educación, el hombre trajeado asintió y finalmente salió de la oficina

—Bien...— Murmure, deslizando las hojas sobre el escritorio, a mi alcance, tome la lapicera y finalmente trace mi firma sobre aquella línea indicada

Por fin estaba sucediendo.

—Solo hazlo— Le pedí con amabilidad, deslizando la acta hacia él

Pude ver cómo su mirada se fijó en el documento y luego enfocó en mis manos, cambiando por completo de expresión.

—El anillo en tu mano...— Señaló Izuku el anillo de promesa que me había dado Katsuki en aquel día blanco, pude verlo en su rostro —Un anillo de promesa— Su mirada me acusaba

—Firma por favor, Izuku— No lo negué ni lo acepté, no tenia porque hacerlo, solo deseaba verle firmar para poder ir a casa.

—Tienes a alguien más ¿No es así?— Pregunto con molestia grabada con cada fracción de su rostro

—Mi vida personal no te concierne, por favor solo firma él acta de una vez— Respondí con desinterés 

—Ojalá hubieras pensado en todo esto antes de que me enamorara de ti, de haberme enamorado con esa imagen falsa de estar verdaderamente enamorada de mí para toda la vida...— Comento con una sonrisa entre tristeza y burla

—Si, yo quería ser esa mujer de la que siempre hablas, tu adorada esposa, la madre de tus hijos y acompañarte hasta hasta el final de mis días, esa era mi más grande ilusión y no había día en que no pensara en ello con una sonrisa, pero míranos... los dos nos hemos destruimos— Respondí

—Solo piensa en nuestro hogar, nuestra historia juntos, por favor solo... vuelve a casa como mi amada esposa, por favor...— Pidió lo impensable una vez más.

—No... ya no quiero ser esa mujer, odio con todo mi ser a esa mujer infeliz, ignorante y conformista, la enterré en lo más hondo, así que deja de esperarla, ella jamás regresará, no tiene una razón para hacerlo, porque tampoco eres aquel que prometió ser su héroe Izuku— Dije

—Todo acabó, en algún momento me olvidarás— Consuelo con calma, no tenia porque tomarlo con coraje, ya no.

—¿Realmente puedes amar a otro hombre y no ves mi reflejo en él?— Ataco una vez más con lastima.

—Él es... mi todo. Jamás podría verlo en ti, porque él es ahora lo que más amo— Golpee algo dentro de él en ese instante, que tomó con fuerza la pluma y terminó por firmar el documento.

—Entonces... no me amabas tanto como yo lo hago— Comentó al finalizar su linea sobre el papel

—Tal vez, pero jamás olvides que tú fuiste quien causó nuestro fragmento, sabes bien que serás tu quién vivirá solo con el recuerdo de cuando eras mío— Tomé el documento, me levante de la silla y salí de la oficina.

—¿Al fin?— Pregunto mi abogado

Toda mi amargura pasó en ese instante al darme cuenta del valor que tenía el simple papel que traía en mis manos

—Si— Respondí simple, con una enorme sonrisa.

Le entregue el documento al hombre y después de una pequeña despedida y un enorme agradecimiento salí de ahí.