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Al despertar me acorde que no había dormido en mí casa sino en la de Bakugo. Ayer me dejó quedarme en su casa aunque su madre me echase, en verdad la entendía era una desconocida que iba a pasar la noche en su casa, no transmitía demasiada confianza.

Revise mi móvil, tenía poca batería. También me encontré con todos los 23850825 mensajes de Keigo y sus también infinitas llamadas.

Decidí ignorarlas por ahora, no estaba preparada para volver a hablar con él. No ahora.

Revisé la habitación en donde había dormido, era una buhardilla. Busque por la habitación un indicio del rubio ese agresivo pero no había ni rastro. Supuse que se fue a su habitación para no levantar sospechas ni nada. 

Me cambie de ropa y deje lo que me había prestado doblado en la cama. Me puse los zapatos y me dispuse a salir de esa casa. El problema era como lo haría sin que nadie me viese. Eran las 9 y media de la mañana, a lo mejor con un poco de suerte no me encontraría a nadie.

Cerré la puerta con cuidado y baje las escaleras intentando hacer el menor ruido posible. Al tocar el suelo di una mirada a toda la casa, era grande. Ayer no pude verla bien ya que teniamos prisa en no ser descubiertos. 

Me di la vuelta para buscar una salida y me quede paralizada. Una de las puertas se abrió, asomandose un señor mayor que se acababa de despertar. Si me quedo quieta no me ve ¿verdad?

—Buenos días—me saludó amablemente al dirigir su vista hacía mi.

Pues sí que me ha visto.

—Eh yo, em yo ya —estaba haciendo señas con las manos, que se supone que le diga a este señor. Tenía el pelo de la misma forma que Bakugo a si que supongo será su padre—este yo ya me iba, perdón por las molestias—le hice una reverencia.

—Ah no, no hace falta que te disculpes. Me alegro que Katsuki haga nuevos amigos—me dedicó una sonrisa amable—Puedes salir por la puerta de la cocina—¿Qué? pero si la madre de Bakugo se la pasa ahí. Debió de ver mi miedo—Tranquila, sigue durmiendo así que puedes salir por ahí. Pasa un buen día, nos vemos.

—Adiós, y muchas gracias—en fin, una persona amable en esta familia.

Salí por la puerta que me indicó llegando al patio trasero. Desplegué mis alas y fui a buscar una cafetería para desayunar algo. Tenía que pensar que hacer hasta que ingrese a la U.A. Me quedaban 2 semanas en total. 

Al llegar a la cafetería me pedí un crepe con un batido de chocolate. Lo mejorcito para empezar la mañana. Me puse a buscar algún pisito pequeño para estas 2 semanas. Tenía una tarjeta con dinero que me proporciono Keigo para mis gastos y eso.  

Estuve varias horas hasta encontrar uno decente. Tenía lo necesario para una persona y estaba a 7 minutos del centro. Era perfecto.

Al terminar de desayunar decidí partir a casa a por algunas cosas para el piso. A estas horas Keigo trabajaba y no volvía hasta tarde así que no me lo voy a encontrar.

Antes de partir me llego un mensaje de un número desconocido ¿De dónde habrán sacado mi número?

Desconocido: Dónde estás?

Tontita: Qn eres?

Desconocido: Soy Bakugo tonta

Tontita: aahhh, pues como no quería molestar me fui al despertar. Gracias por todo por cierto

Chef agresivo: Como sea, espero no volver a verte

Tontita: Pero si lo estás deseando anda. Nos veremos muy pronto ;)

¿Suerte o Desgracia? || 𝘽𝙖𝙠𝙪𝙜𝙤 || (RESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora