Pasé noches en vela soñando despierta,
Ahora tengo ese frío que deja el hueco vacío de la cama,
Ya no tengo miedo de la noche,
Pues se hizo mi aliada.
Y que me vas a decir tu de cuentos de hadas,
Si me he creído la princesa de una historia mal narrada,
Y que te voy a decir yo de finales felices,
Si al final la mala del cuento era yo,
Y la gracia es que los malos nunca ganan.
Podría fingir que no te he querido llamar a altas horas de la madrugada,
Pero por respeto a tu sueño el teléfono nunca sonaba,
Y me he pasado noches de vigilia pensando en tu sonrisa,
Puestos a decir la verdad,
También tuve una vena incendiaria,
Que me incitó a quemar cualquier cosa que de ti quedaba.
Y puede que no entiendas el mensaje,
Pero tu mirada para mí ya no significaba nada,
A tu sonrisa me acostumbré a olvidarla,
Y que decir del conjunto de emociones que me generabas,
En resumen,
Que si del fuego quedaban las cenizas,
Yo, harta de que me ensuciaras la casa las soplé,
Suerte para encontrarlas.
