26. DE VUELTA A CASA

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El tiempo iba pasando y Taehyung luchaba con fervor cada minuto en no quedarse dormido en aquel viejo camión. No sabe si era el sueño, pero los temblores del vehículo causado por las piedras y baches de la ruta se sentía como una máquina masajeadora que lo iba relajando de a poco. De modo que iba poniendo una voluntad de hierro para estar despierto hasta llegar a la ciudad.

Lo gracioso de todo era que el tiempo no parecía pasar. Las estrellas seguían brillantes en el cielo de madrugada y podía escuchar claramente a los grillos cantar. Era un tortura no poder bajar la guardia en ningún momento, así que tuvo que darse varias cachetadas para mantenerse espabilado.

Cabe aclarar que él agradecía con toda su alma aquel anciano que lo había levantado de la carretera a pesar de su aspecto de andrajoso. Sin embargo, su realidad era bastante difícil como para bajar su guardia ante un acto de amabilidad. Nadie le aseguraba que no estaba siendo secuestrado de vuelta.

Incluso intento ver las intenciones del anciano usando su telepatía, pero el hombre sólo pensaba en el kimchi de su esposa que lo esperaba en su hogar. De modo que tuvo que resignarse a confiar.

Así que, teniendo en cuenta que dormirse no era una opción, pidió permiso para poner la radio y dejó en una estación que estaba reproduciendo una de esas canciones de un grupo idol. No entendía la letra por lo que dedujo que era en inglés y empezó a tararearla.

- Tienes linda voz, jovencito.- habló de repente el anciano.

- Gracias, señor.

Luego de esas palabras el camión siguió estando en silencio mientras la música llenaba el vacío. Se volvió un poco incómodo, así que Taehyung se dedicó a observar por la ventana la ruta. Por primera vez, luego de todo lo ocurrido, su mente lo llevó a las declaraciones de aquel señor en el hotel.

Qué gracioso es. Toda su vida había sido un experimento y él recién se había dado cuenta. Quién sabrá que fue real en su vida, las situaciones que vivió y las personas con las que se relacionó.

Ni siquiera está seguro de cómo mirar a su madre luego de todo lo que se enteró.

Él era un bebé cuando decidieron que lo dopen con esta nueva droga. ¿Cuántas otras personas habrán estado sufriendo lo mismo que él?

Porque ahora era consciente que no es el único, sabía que estaba Jungkook y decenas de personas con las mismas capacidades que se encontraban escondidas o, cómo él lo estaba, retenidas para investigación.

Hablando de Jungkook. Taehyung se lamentaba por haberlo dejado allí adentro. Era una decisión que le costó tomar y que lo hacía sentir culpable. No podía dejar de imaginarse lo que debe estar sufriendo en ese lugar, luego de que él lo abandonará.

¿Había sido egoísta?

Siempre lo ha sido, es la naturaleza humana. Si no, no estaría en una situación como la que estaba viviendo. Habría estado disfrutando una vida normal de un joven en sus veinte, graduandose y festejando con amigos. Pudo haber sido un gran actor, quién sabe.

Ah, la nostalgia.

Sin embargo, no habría conocido a todas las personas que aprecia. No tendría a un Seokjin cuidandolo, a un Hoseok y a un Jimin entrenandolo, a sus ídolos Suga y Namjoon como líderes, ni a un compañero tan especial como Jungkook. Quién a pesar de sus berrinches y comportarse como un niño, le había demostrado lo mucho que lo valoraba.

Al final del día, Irene no hizo tan mal en reclutarlo. Quizás la intuición de la mujer no sé equivocaba.

Taehyung apartó la vista de la ventana y observó la todavía reinante Luna en el cielo nocturno. Era grande e inmensa, brillaba más que de costumbre y le transmitía energía, una que le animaba a seguir para rescatar a Jungkook.

BANGTAN DNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora