Capítulo 6

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Capítulo 6


Ella huyó de él. Porque era siempre lo más fácil. No dar la cara para no enfrentarse a la realidad.

Inés: espero que Emiliano no se haya contagiado...
Vic: tendremos que acostumbrarnos... De ahora en adelante será así... A menos que tu hijo no se junte con las mías...
Inés: ¿quieres que sea así?
Vic: no... Diana María se los presentó como un hermano...
Inés: yo sé que no lo quieres...
Vic: me duele que no sea mío... No sabes cuánto...
Inés: es mi hijo y lo amo... A pesar de...
Vic: ¿de qué...?

En ese momento, Victoriano empezó a atar cabos... Si Loreto maltrataba y abusaba de Inés... ¿Acaso Emiliano era producto de...?

Otra vez sintió ganas de destrozar a ese tipo con sus propias manos.

Inés: a pesar de quién es su padre...
Vic: hubiera dado hasta lo que no tengo para que fuera nuestro...
Inés: creo que deberías volver al trabajo...
Vic: sí... Pero tienes mucho con las 3 niñas enfermas... Pediré que alguien suba a ayudarte...
Inés: puedo sola...
Vic: Inés... Qué necia eres...

Y durante varias noches, Victoriano fue testigo de los desvelos de esa mujer por sus hijas... Eran los primeros y deseaba con toda su alma que no fueran los últimos...

Quería que se quedara, y no sólo al cuidado de las niñas, sino también de él... Pero en todos los sentidos... Principalmente como una mujer atiende al hombre que ama...

¿Sería verdad lo que le había dicho Diana María en su lecho de muerte...? ¿Inés lo seguía queriendo...? ¿Cómo podría descubrirlo...?

Ella estaba cerrada a tocar el tema, alegando que no estaba preparada para hablar de ello...

^^ Por la mañana, ya él leía el periódico, solo en la mesa.

Cuando Inés con Casandra en un brazo y Diana junto a ellas, llegaban aún en pijama.

Era muy tarde para que ella no se hubiera cambiado de ropa, pero debía ser porque no durmió bien.

Inés: buenos días...
Vic: buenos días... ¿Por qué vienen así...?
Inés: dejé la medicina de Diana en la cocina y Casandra quiere su biberón...
Vic: quédense conmigo mientras Inés busca eso... (Poniéndose en pie para tomar a Casandra en sus brazos)
Cas: no. Nana. (Abrazándose Inés)
Vic: ven tú, Diana...
Dia: no papá. Quiero con mi nana. (Extendiendo los brazos a Inés)

Por supuesto que ella la alzó también.

Y la cocinera ya de edad mayor, que salía con el desayuno para el patrón, rio.

Ro: buenos días Inés...
Inés: buenos días Rosa...
Ro: cuando los chamaquitos están enfermo solo quieren a la mamá... (Dejando el plato frente a Victoriano)
Vic: gracias... También por lo que me toca...
Ro: es siempre así, patrón... Y eso no cambiará...

>> A la hora de la comida, la escena fue algo diferente...

Inés luchaba con Diana y Casandra para que tomaran la sopa, al estar enfermas era más difícil que lo hicieran, pero debían alimentarse.

Dia: no quiero...
Inés: tienes que comer, mi vida...
Dia: no tengo ganas...

Casandra jugaba con la cuchara y al alzarla, ensució con la sopa a su padre que había llegado y estaba junto a ella.

Inés: ¡Victoriano!
Dia: ¿qué hiciste Cas??
Cas: no...

Inés hizo lo posible, pero no pudo aguantar la risa... La expresión de Victoriano viendo su camisa y su chaqueta sucias era única.

Las niñas también rieron y se bajaron de las sillas para así salir corriendo.

Vic: ¿te parezco muy chistoso...?
Inés: fue un accidente... Perdón por reírme...
Vic: veamos si sigues pensando igual cuando te haga lo mismo... (Persiguiéndola alrededor de la mesa para apresarla)
Inés: Victoriano no... No por favor... ¡Victoriano!

Pero la capturó, y en vez de agarrar comida y ensuciarla con ella, se miraron...

Y entonces la besó...

Sus brazos le envolvieron la cintura y ella no tardó en rodearle el cuello. Ya había luchado contra su fuerza masculina pero desistió.

A los 2 se les veía el gusto por lo que hacían, Victoriano la besaba como si fuera lo más apetecible del mundo.

La cocinera salió y los vio, pero se limitó a sonreír. Sabía que estaban perdidamente enamorados. Se notaba a años luz...

Diana regresó y en su inocencia le agradó lo que vio.

Fue Casandra quien al verlos llamó a su padre con un grito emocionado.

Él la besó una vez más antes de separarse.

Cas: ¡papá!
Vic: me debes esta... (A Inés que huía a la cocina)

Dia: papi, besaste a mi nana...
Vic: sí... Ustedes la besan... Yo puedo también...
Dia: si...

Claro que las pequeñas todavía no sabían diferenciar entre una clase de besos y otros...

El patrón buscó a Inés por la noche, para hablar con ella, pero dormía en la cama, con Constanza pegada a su pecho.

Emiliano se removía inquieto en su cuna. Lo vio y lo sacó un momento para acunarlo en sus brazos hasta que volvió a dormirse, así no despertaría a ninguna.

^^ Media madrugada cuando Victoriano sintió que alguien se subía a su cama. Se levantó y gracias a la luz de la luna supo que era Diana.

Vic: ¿qué pasa hija...?
Dia: voy a dormir contigo... Cas hace mucho ruido... Tose...
Vic: está enfermita, es normal... Ahora la dejaste sola...
Dia: no, mi nana está con ella...
Vic: pues vamos a dormir entonces... (Asegurándose de que estuviera cobijada)

>> Unos días después, el calendario marcaba una fecha muy importante, que Inés nunca olvidaría... El cumpleaños de Victoriano.

Todos seguían tristes por la partida de Diana María, pero la vida continuaba. Sobre todo por las niñas.

Con ayuda de las pequeñas, Inés preparaba un pastel. Además de eso prepararía el platillo favorito del cumpleañero.

Diana y Casandra habían hecho unos dibujos como regalo. Y ella misma le había comprado algo sencillo, pero significativo y bonito, que esperaba que le gustara.


&&&& SANLACT &&&&

Al jefe le sorprendió que llegara la recepcionista con su café, y no la secretaria, quien usualmente lo hacía.

Esa mujer lo miraba de una forma extraña... Y actuaba como si... Quisiera mostrarle sus atributos... Que los tenía, a decir verdad, y muy bien puestos...

Vic: Eugenia es tu nombre, ¿no es así?
Eu: sí señor... Estoy reemplazando unas horas a su secretaria...
Vic: ¿y sabes cómo hacer el trabajo de ella...?
Eu: recibí sus instrucciones...
Vic: se le olvidó decirte de la vestimenta... Abróchate esa blusa por favor...

Jamás había visto un escote así... Estuvo a un paso de sudar frío...

Adjudicó aquello a la falta de mujer hace varios meses... Desconocía cómo había podido soportar tanto...

Eu: perdóneme señor... No vuelve a pasar... Supe que su hija estuvo enferma...
Vic: las 3 en realidad...
Eu: ¿Tiene 3 niñas...?
Vic: sí...
Eu: le hace falta el varoncito...

Y no lo tendría hasta que Inés se decidiera a contarle la verdad y si es que en realidad lo seguía amando... Como él a ella...

Vic: lo tendré algún día...
Eu: debe haber muchas mujeres deseando tener ese hijo varón con usted...

Pero él quería que una en especial se lo diera, pensó Victoriano Santos.


^^ LAS DIANAS ^^

Como todas las noches, Victoriano regresó a la misma hora a casa.

Aunque esta vez se encontró con una sorpresa que no imaginaba.

Inés y las niñas en lo que parecía una fiesta... Al menos una muy pequeña.

Dia: ¡feliz cumpleaños, papi!! (Lanzándose a sus brazos igual que su hermana)
Cas: ¡paño papi!!

Todos rieron por lo que había dicho la niña.

Inés se acercó con Constanza en brazos.

Vic: gracias por sus deseos... (Besando a sus hijas)
Inés: Connie también te desea feliz cumpleaños...
Vic: ¿y tú...?
Inés: sabes que también...
Vic: se me había olvidado que hoy cumplo años... (Dejando a las niñas en el piso pues querían bajarse)

No supo que fueron por los dibujos. Pero aprovechó para besar la cabecita de la bebé y quedar cerca de la boca de Inés.

Inés: las niñas fueron por tus regalos...
Vic: ¿y tú tienes algo para mí...?
Inés: espero que te guste...
Vic: si es lo que quiero, me encantará...
Inés: ¿y qué es lo que quieres...?
Vic: que pases la noche conmigo...

A punto de besarla cuando las niñas llegaron corriendo.

>>> ¡Papá!! ¡Papá!! <<<

2 dibujos... Pintados por cada una de sus hijas... Garabatos con colores en realidad...

Dia: ¿te gustaron papi...?
Vic: mucho... Son 2 obras de arte... Muchas gracias, mis amazonas... (Volviendo a besarlas)
Dia: Connie no pudo hacer uno... Emi tampoco...
Vic: ¿dónde está Emiliano?
Inés: lo dejé arriba... Creí que te gustaría estar solo con tus hijas...
Vic: y me gusta, pero tráelo... Así no hay tanta vieja junta...

Inés sonrió y dejó a la bebé con él para subir y bajar con su hijo.

Dia: papi, ¿quieres ver tu pastel??
Vic: ¿quién lo hizo...?
Dia: mi nana, Cas y yo...
Vic: entonces sí quiero verlo y comerlo también...
Inés: ¿te parece si cortamos el pastel y luego cenas...? Preparé algo especial para ti...
Vic: me parece...

Cada uno con un bebé alrededor de la mesa y frente al pastel con una vela encendida porque así lo pidieron las niñas, sonreían.

Dia: pide un deseo, papi...
Inés: Casandra, no soples todavía... Tu papá pedirá un deseo antes...
Cas: sí nana...
Inés: no.
Vic: ya lo pedí... (Mirando fijamente a Inés) Podemos soplar... Ayúdenme...

Luego de un pedazo de pastel, acostaron a las niños.

Por ese día a Victoriano no le importaría cenar algo tarde.

Esperó a Inés en el pasillo, que salió con algo en la mano.

Inés: esto es para ti...
Vic: ya sabes lo que yo quiero...
Inés: Victoriano...
Vic: ¿no piensas darme ni un beso...?
Inés: está bien... Pero cierra los ojos...

Él así lo hizo y ella le dio un beso en la mejilla, pero justo antes de alejarse, Victoriano la abrazó por la cintura y la besó en los labios.

La presionó contra la pared, y pegó todo su cuerpo al de ella.

Le abrió la boca, introdujo su lengua y absorbió todo su aliento... Anhelaba tanto besarla, que cuando lo hacía parecía que sería por última vez...

Inés: Victoriano... La mesa tiene que estar servida... Bajemos... (Con la boca de él sobre la suya)
Vic: vas a cenar conmigo...
Inés: pero...
Vic: por favor... El día de mi cumpleaños al menos...

Con cierto recelo una de las sirvientas escuchó la orden del patrón. Que pusieran otro lugar en la mesa, a su mano izquierda, en el lugar de la señora de la casa... Inaudito...

Inés: no puedo sentarme en el lugar de la señora Diana...
Vic: a ella le daría mucho gusto... Antes de morir me pidió que arreglara las cosas contigo...
Inés: no sé por qué te dijo eso...
Vic: ¿segura que no sabes...?
Inés: abre mi regalo...
Vic: a ver... (Abriendo el sobre) Es preciosa...

Era una foto recién tomada de las 3 niñas... Las futuras Amazonas de Victoriano Santos...

Inés: puedes ponerla en la oficina...
Vic: sí... Estará sobre mi escritorio... Me gustaría también tener una tuya...

Y la tenía, varias a decir verdad, las que en la época de novios intercambiaban con dedicatorias escritas.

^^ Día siguiente...

Victoriano sorprendió a todos en la cocina cuando entró temprano por la mañana.

"Buenos días patrón..."

Vic: buenos días... Inés, ven conmigo...

Salieron al comedor y sólo ella le habló.

Inés: dime...
Vic: siéntate a desayunar conmigo... (Abriéndole la silla)
Inés: Victoriano... Lo de anoche no volverá a repetirse...
Vic: ¿qué dices?
Inés: fue tu cumpleaños y traté de hacer lo mejor para que te sintieras bien, pero...
Vic: ¿pero qué??
Inés: yo soy la nana de tus hijas... Y tú el patrón... Así debe seguir siendo...

No, definitivamente él no entendía a las mujeres... Y la actitud de Inés le molestaba en sobre manera.


&&& SANLACT &&&

El café se había hecho costumbre con el transcurso de los días, igual que las visitas y las pláticas...

Todo esto llegó al punto en que aquella mujer ahora ocupaba el lugar de secretaria del dueño de la procesadora.

Eu: ¿ellas son sus hijas...? (Al ver la foto sobre el escritorio)
Vic: mis 3 amazonas... ¿A poco no están chulas??
Eu: muy bonitas todas, señor... Supongo que extrañan a su mamá...
Vic: sí... Pero tienen a Inés, gracias a Dios...

Eu: pero nadie reemplaza a una madre...

Vic: no, pero Inés está cumpliendo a cabalidad con ese lugar.

Así que esas eran las 3 mocosas Santos... ¿Y qué pito tocaba la tal Inés en esa familia??

Tendría que lidiar con ellas si quería cumplir su venganza.


^^ En "Las Dianas" como ya había supuesto, Emiliano también se había contagiado de gripa, pero ahora todos estaban bien...

Esa noche, Inés decidió esperar a Victoriano que salió a una cena de trabajo, alguien quería invertir dinero en la empresa.

El asunto es que últimamente se habían visto poco, para solucionar una que otra situación de la Hacienda o de las niñas...

Por un lado, era bueno evitarlo, porque no habían vuelto a tocar el tema que tanto le avergonzaba a ella...

Pero por el otro, le alegraba verlo, hablar con él, cocinarle, incluso que le contara sus problemas...

Con 4 niños le estaba tocando muy pesado y en lo que iba del día fue la primera vez que se sentó sin ninguna clase de preocupación...

20 minutos en los que meditó en el rumbo que estaba tomando su vida, pero un ruido en la entrada atrajo su atención.

Se trataba de Victoriano, borracho y acompañado de una mujer, además de 2 peones que lo sostenían.

Inés: Victoriano... ¿Qué te pasó??
Vic: morenita...

Las 2 únicas mujeres en el vestíbulo se batieron a un duelo de miradas, como preguntando quién era la otra.

Inés: ¿quién es usted...?
Eu: la secretaria del Sr. Santos... Bebió de más en la cena y lo traje hasta acá en un taxi...
Inés: muchas gracias, el chofer la llevará de vuelta a su casa... Encárgate por favor Oscar...
Os: sí señora...

La trataban de señora, daba órdenes y le obedecían, y Victoriano se había emborrachado por ella... Sin dudas, ese sería su peor inconveniente, pensó la secretaria en el camino a su casa...

*Habitación Principal*

Inés: gracias muchachos... Yo me hago cargo...

Los peones salieron luego de dejar al patrón en su cama, aparentemente dormido...

Pero cuando Inés le quitó las botas, se despertó...

Vic: Inés... (Intentando sentarse)
Inés: aquí estoy...
Vic: no me abandones... No vuelvas a irte...
Inés: no me iré...
Vic: júralo...

La famosa teoría de no darle la contraria a los borrachos...

Inés: te lo juro...
Vic: quédate esta noche conmigo...

Él consiguió sentarse y le pasó un brazo por el cuello, para atraerla a su boca...

Inés: tengo que ir por los bebés...
Vic: ellos están bien, morenita... Mi morenita...

A Inés empezó a latirle el corazón a mil por hora... Además de su cercanía, la estaba besando en el cuello...

Inés: Victoriano... No... No...
Vic: te deseo... Tanto como la primera vez...

Ella se encontró bajo el cuerpo masculino... Presa de su fuerza y su pasión...

Entonces entró en pánico, por las experiencias de violencia que había sufrido a manos de otro hombre.

LA PROMESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora