LA PROMESA

Capítulo 8

Capítulo 8

Ella rompió a llorar y él por unos momentos se quedó en shock... Lo que le había dicho Diana María era cierto...

Inés se había sentado en el sofá y Victoriano fue con ella para abrazarla.

Nunca la había visto llorando sin consuelo... Eso hizo que a él se le escaparan varias lágrimas...

Vic: ¿por qué no me lo dijiste...? (Con la voz rota)

Inés: creí que me despreciarías...

Vic: no fue tu culpa, Inés... Tú eres la única inocente en esta historia... Pero debiste contármelo...

Inés: me sentía sucia... Indigna de ti...

Vic: no... (Tomándole el rostro en sus manos) Eso nunca... Jamás pude dejar de amarte... Ni aún pensando que me habías abandonado por Loreto...

Él le besó tenuemente los labios... Ambos pudieron sentir lo salado de las lagrimas...

Inés: sufrí mucho... (Posando sus manos sobre las de él)

Vic: ese infeliz va a pagar por todo lo que te hizo...

Inés: por favor, déjalo así... Ya está pagando su condena por asesino...

Vic: pero también lo hará por violador...

Inés: no quiero que dentro de unos años mi hijo se entere de esto... Sufrirá al saber que es producto de una violación...

Vic: eres tan buena... Mi morenita... (Abrazándola contra su pecho) Siempre has estado en mi corazón... Muy dentro...

Inés: y yo jamás te dejé de amar... Fuiste el primer hombre en mi vida...

Vic: y seré el único. Loreto no volverá a hacerte daño, te lo prometo, mi amor...

Victoriano empezó a besarle todo el rostro, pero donde más tiempo se detuvo fue en sus labios...

La boca que tantos años deseó besar... La mujer que le había robado el corazón desde el instante en que la vio...

El teléfono los interrumpió e Inés salió para darle la privacidad que de seguro necesitarÍa.

Ella se refugió en su habitación, las muchachas tenían a los niños en el jardín. Y necesitaba ese momento para estar sola...

La puerta sonó unos minutos después y tuvo que levantarse a abrir.

Vic: te pedí que me esperaras... (Entrando y cerrando la puerta al hacerlo)

Inés: Victoriano... Ahora que sabes la verdad...

Vic: no hay nada que nos separe...

Él se volvió a adueñar de su boca... Primero con una ligereza que se fue transformando en pasión... Una que había sido retenida durante poco más de 5 años...

Mucho más en Victoriano, que producía el doble de testosterona de lo normal y tras el largo tiempo de no tener el consuelo de una mujer, se abrió paso con sus labios por el cuello de Inés...

Ese perfume que en lo particular lo enamoraba... No era nada ostentoso ni elaborado, porque era algo neto en ella...

Y ninguna mujer conseguía ejercer en él un efecto como el de Inés...

¿Tendría algo que ver con que fuera ella la primera mujer que tuvo entre sus brazos...?

El recuerdo de esa primera vez lo excitó más todavía... Por lo que fue recostándola en la cama y él sobre su cuerpo...