☭𝓝𝓸 𝓶𝓮 𝓸𝓭𝓲𝓮𝓼 (𝑲𝒐𝒐𝒌𝑻𝒂𝒆)

ꕥ↪Lo siento.

Hoy a Jungkook y su amigo, le tocó hacer guardia en el mercado, debido a que se rumoreaba mucho que ese lugar utilizaban los rebeldes para hacer juntas las cuales están prohibidas.

Se corre el rumor que está el pez gordo, que se apellida Kim, apellido el cual tiene media Corea, por eso se está recolectando uno por uno.

El padre de Jungkook, muchas veces es duro con él, siempre le repite que una por una, de esas ratas comunistas deben ser eliminadas.

Es su deber o eso cree el pelinegro, novio y al parecer morirá para cumplir las órdenes de su padre, aunque siente miedo de sus padres, por la forma agresiva que tienen para expresarse.

La última vez que los vio molesto Jungkook, quedo con lesiones a lo largo de todo su cuerpo, para luego amenazarlo y jurar jamás volver a ver al amor de su vida.

Su manos sudan, y las ganas de ir a verificar si se trata de él aparecen, pero el tiempo está siendo su peor enemigo, sin contar que después deben ir a la habitación 6, donde torturarian a gente inocente. Ante esos pensamientos las ganas de vomitar aparecen, pensar en las caras de esas personas, todos de la clase obrera, le duele.

Continua caminado por lo largo del mercado, hasta que todos comienzan a guardar, Jeon escucha como su compañero comenta que deben irse, pero el chica está pendiente de su es o no su chico.

Luego de mucho debate mental KooK, decide ir por su amor, con cuidado se acerca, dispuesto aclarar las cosas del pasado.

—Kim Taehyung, solicito hablar contigo — ha escuchar mi voz, enseguida se exalta, despidiese del tipo.

Al ver si reacción el pecho de Jungkook, duele, debido a que lo mira con asco, esperando respuesta nota como los edificios están cubierto de sangre en la pared, tomando sentido la mirada del castaño.

—Lo siento, no lo conozco, déjeme en paz por favor —habla bajito pero seguro, enseguida veo su rostro y me percato de la tristeza que siente al decir eso.

Al oír su respuesta el corazón del pelinegro se hace trizas y las ganas de llorar aparecen, mientras con voz apenada se disculpa; al parecer todo esos recuerdo se quedaron en el olvido y por respeto de su decisión no lo volverá a buscar.