Cuando el pasado vuelve al presente y al amor prohibido reaparece entre un militar y un rebelde.
↪Pareja: KookTae.
↪Se habla dictadura militar.
↪Todo es falso, aunque utilizaré datos reales de lo que sucedió en mi país.
Estos días se han vuelto complicado, las heridas de TaeHyung se ven mal, algunas veces escucho como se queja, pero no nos deja ver que oculta bajo su ropa.
Parece que el rechazo a nosotros es de otro nivel, porque solo nos contesta con frase cortas, para luego quedarse mirando la ventana por horas.
He intentado de todo, llame a Jin, uno de los doctores más importantes y de confianza que tengo, pero tampoco se dejó revisar; es demasiado aterrador, porque deseo ayudar.
Tomo aire quedando frente de la puerta, dudo realmente si tocar, pero al final lo hago, doy tres toques, deseando que me sea permitido ingresar; no sé cuanto tiempo pasa hasta que finalmente me permite ingresar.
—Hola, Taehyung —tomo aire para continuar hablando —voy a ir directo al grano, no te haré perder el tiempo. He sido muy paciente contigo, realmente odio hacer cosas que no te gusten, pero dejarás que el médico te examine; te ruego que no hagas un berrinche.
—¡Comprende que no lo necesito! ¡No permitiré que un estúpido médico me toque, nadie de aquí lo hará!
—Es por tu bien, espero que lo logres comprender.
Al terminar esas palabras salgo de la habitación, sin deseas escuchar, pienso en algo y finalmente se me ocurre una idea.
Lo haremos dormir juntos Yugyeom y luego lo verá el médico, será rápido y sencillo, todo por su salud y nada más.
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Son las 10:00PM cuando llega Jin con nervios tomo la aguja, para luego mirar a mi amigo. Nos acercamos a la habitación, entrando, notando que Tae, se encuentra dormido.
Siendo sigiloso me acerco, pero me detengo al ver lágrimas en sus ojos:
—Dejo que me examine, pero nadie puede estar dentro —al decir eso se cubre completamente.
—Claro, no te preocupes por eso.
Salgo dándole la respuesta al médico, el chico entra, mientras esperamos con nervioso un diagnóstico; luego de 20 minutos sale, brindándome una mirada de lo que parecía ¿Pena?
—¿Qué ocurre?
—Bueno, te informo que el chico tienen diversos golpes en su abdomen, al igual que quemaduras, toma la receta y se la entregas, cuando tengas las cremas y patillas.
—Comprado, pero ¿Está mejor?
—Si, debido a que le di calmantes, mientras hacía la curación correspondiente, en tres días voy a volver para ver el avance, llámame para cualquier cosa.
—Muchas gracias.
Tomo aire y con delicadeza tocó la puerta, al escuchar la aprobación entro:
—¿Cómo te sientes?
—Algo mareado, Kookie.
Al oír ese apodo mis ojos se llenan de lágrimas, hace mucho que no me habla de esa forma tan cariño, extraño tanto mi pasado junto a Tae.
—M-e al-egra oírlo —limpio todo rastro, para comenzar a caminar a la puerta.
—Quédate y toma mi mano. Eres mi lugar seguro —noto como estira su mano, le regaló una leve sonrisa y la termino por tomar, sentándome, esperando que el sueño termine de invadir su cuerpo.
