☭𝓝𝓸 𝓶𝓮 𝓸𝓭𝓲𝓮𝓼 (𝑲𝒐𝒐𝒌𝑻𝒂𝒆)

ꕥ↪Por la eternidad. (FINAL)

Eran las 23:30 y los chicos continúan mirando por la ventana angustiados y preocupados, Yugyeom, aún no aparece y eso es raro, aunque todo se va cuando notan las luces de un auto.

Se abrazan, brindándose apoyo, tienen miedo, al parecer la realidad está volviendo con todo sin que ellos lo noten. Unas fuertes pisadas se oyen al igual que la puerta ser abierta con brutalidad.

En shock, ambos chicos se miran con miedo mientras comienzan a llorar, en eso notan como alrededor de 10 soldados entrar al recinto, mientras los apuntas con un arma.

Entre esa gente, ingresa el Comandante Jeon y los mira con burla y desprecio al notar en la posición que se encontraba:

-Traicionaste a tu nación y eso no sé perdona, Jeon.

-¡No padre, no lo dañes, te lo ruego, haz lo que quieras conmigo, pero no a él, yo lo amo! -termina de decir entre lágrimas el chico, mientras caen al piso de rodillas.

Al oír las palabras de su hijo, lo golpea, solicitando el arresto inmediato, no iba a negociar con algo tan fuerte. El primero en ser arrestado en Jeon, el chico murmura que por favor lo dejarán cerca de Tae. Mientras el otro chico aún se mantiene dentro.

-Espero que estés feliz, mataste a mi hijo. -suspira el adulto -. Debí matarte cuando se me dio la oportunidad -al decir esas palabras da la señal, guiando al chico a otro auto.

Todo paso porque al estar siguiendo a Yugyeom, el informante dio a conocer la situación, exponiendo la clara traición de ambos soldados, el comandante con mente fría ideo un plan, pero no permitiendo que los chicos vivieran en una falsa realidad, claramente tendría su castigo porque nadie traiciona a un Jeon.

Pasan dos horas y finalmente los dejan en unas seldas, ambos chicos llorar y ruega por la presencia del otro, pero al parecer no sería posible, los habían golpeados debido a que deseaban estar juntos.

Tirados en el piso, sin saber que hacer, perdidos en la nada, vuelve a gritar, pero esta vez sus voces no salieron, es curioso que aún estando separados hicieran las mismas acciones, demostrando una vez más que nacieron para estar juntos.

Llegas las 12:30 cuando un guardia se le acerca a Jeon, lo tira para ponerlo de pie mientras lo arrastra a una camioneta. El auto se mueve de forma brasca hasta que finalmente se detiene.

Es tan en el estadio, al darse cuenta lo que significa, Jungkook cierra sus ojos deseando otro final, pero al parecer es imposible. Llora en silencio, deseando que su amado no sufra, lo sacan con brusquedad, recorren los largos pasillos hasta que ve al hermoso chico de sus sueños.

Le sonrie, aunque ambos tienen sus ojos cubiertos de lágrimas. Los arrinconan en una pared, se escucha como preparan sus armas, pero eso no impide que se hablen. El comandante dice unas palabras que son invisible para ellos, ya que estaban pendiente del otro.

-Jamás te he dejado de amar, mi amor.

-Yo tampoco, amor. Ni tampoco te pude odiar.

-No sabes lo feliz que me hace saber eso -. Jungkook, mira detenidamente ese rostro que tanto ama.

-Cariño, búscame en la otra vida.

-Lo prometo.

Al decir esas palabras reiterados disparos se oyen, mientras los cuerpos sin vidas caen al suelo, al parecer esté es el final de la historia de un rebelde y un soldado que al final murieron con una sonrisa, mientras su promesa se cumpliría 50 años más tarde.

...

-Te amo, mi vida.
-Y yo a ti, cielo.