ꕥ↪Perdóname.

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»Jungkook«

Viajamos unas 4 horas para llegar al estadio, se supone que a primera hora los ejecutarían, es difícil, ya que no sé cómo puedo sacarlo sin que sospechen, sin contar que me duele el pecho al imaginar de qué forma lo deben tener, dañan a la persona que más amo.

Veo las calles vacías, aun con rastros de sangre, es horrible la imagen, odio esta vida, parece una pesadilla que no sé puedo evitar, mis manos son sucias, no puedo tocar a Tae, pero si protegerlo a ala distancia, doy mi vida por el si es necesario, nada importa.

Entramos al recinto, mostrando nuestras credenciales, Yugyeom me mira preocupado, ya que si nos descubren nos van a matar y torturar por traición, no me importa que me ocurra a m, pero si a mi único amigo.

—Lamento meterte en esto, Yugy.

—No importa Kookie, todo por mi amigo.

Entramos al recinto, notando algunos cuerpos desnudos corriendo, mi estómago se revuelve al notar su cuerpo cubierto de semen seco rodeado de moretones, al pensar que Tae podría estar en ese grupo mi corazón de acelera.

—Cadete, necesito hablar con el general de este centro, es urgente.

—Enseguida mi señor, sigame por favor —al notar mi apellido y medallas acata las ordenes sin rechinar, ventajas de ser hijo de un hombre tan asqueroso.

Caminamos unos 10 minutos, hasta que llegamos a una gran puerta rodeada de cadetes, el chico toca y enseguida no permiten ingresar:

—Jeon, tanto tiempo.

—Hola, Park, necesito hacer una solicitud.

—Necesito que te apures, tenemos algo divertido que hacer.

—Mi solicitud es que me entregues al preso 9632.

—¿Por qué lo quieres?

—Creo que puede tener mucha información de uno de mis distritos asignados, recuerda que eres encargado de una base de mi sector.

—Claro, señor, enseguida lo traen y se lo llevan, es una molestia, por más que lo torturamos no hablas, por eso estábamos por matarlo.

Mi pecho se aprieta al oír sus palabras y me contengo der hacer una locura, veo como habla por radio, solicitando el retiro del preso, creo que estaban en un camión, mierda tengo miedo, no que querrá ver, pero debo llevarlo a un lugar a salvo.

Pasan unos 20 minutos con Park, hablamos de lo que se planeaba hacer con los otros presos, provocando un escalofrió en mi cuerpo al oír las atrocidades que planea, no comprendo porque no tienen sentido común, al igual que muchos, son dementes, aunque yo igual al obedecer.

Noto como abren la puerta, dejando ingresar a un chico desnudo, se ve muy mal, por la mierda, duele, pero debo ser fuerte.

—Gracias, Park, te mandare los informes.

Le pido a mi amigo que tome al chico, fingiendo ser brusco, hacemos caminar a Tae unos segundos hasta que escucho con voz rota algo que romper mi corazón:

—¿Me mataran?

Mierda, lo rompieron, me duele ver al chico fuerte en este estado; llegamos al auto, lo pongo detrás y yo me siento a su lado, fingiendo que lo vigilo de que no se escape, el auto se pone en marcha y finalmente nos encontramos alejados, le digo a Yug que se desvié de la ruta, llegando a un camino solitario.

Enseguida comienzo a llorando abrazando el cuerpo del chico que me gusta, odiándome por no poder hacer nada, deje que lo dañaran, pero ahora no, ya no puedo permitir que lo dañen:

—Lo siento tanto, TaeTae —suelto un sollozo fuerte arrepintiéndome por no detenerlo-

—Koo-kie, siem-re vi-enes cua-ndo te ne-ce-sito, gra-cias.

—Te amo, por eso jamás te abandonaría, no puedo alejarme, lo siento por estar sucio, te lo juro, yo no deseo esto.

—Lo sé, te con-ozco.

Al tranquilizarme, dejo un beso en su mejilla, notando que se volvió a dormir, le pido a mi amigo que me entregue el botiquín para comenzar a curar sus heridas, hasta que finalmente le ponto mi chaqueta, cubriendo su desnudez.

Yug, me pregunta sobre lo que haremos y tomo una decisión, dejare a Tae viviendo en mi casa fuera del distrito de Seúl, mientras yo pediré un descanso a mi padre, acotando la idea de que me habían herido.

☭𝓝𝓸  𝓶𝓮  𝓸𝓭𝓲𝓮𝓼 (𝑲𝒐𝒐𝒌𝑻𝒂𝒆) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora