Cuando el pasado vuelve al presente y al amor prohibido reaparece entre un militar y un rebelde.
↪Pareja: KookTae.
↪Se habla dictadura militar.
↪Todo es falso, aunque utilizaré datos reales de lo que sucedió en mi país.
Después de una larga charla con mi padre finalmente accedió a darme un descanso; estoy tranquilo, debido a que por mi mejor amigo, sé que TaeHyung aún no despierta, lo cual agradezco, porque deseo hablar con él y aclarar todo.
Deseo que me perdone, he cometido muchos errores, debido a eso me he ganado su odio, es más, tengo claro que lo nuestro es imposible, pero mientras él se encuentre bien yo lo estaré.
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Luego de estar alrededor de cuatro horas conduciendo llegó a la cabaña, dejo las cosas a un lado y me próximo para ver la condición del chico, aunque me distraigo con la venta abierta, me acerco para cerrarla pero la vista me deja encantó. La luna se encuentra tan radiante y hermosa, hipnotizante, tomo aire intentando darme fuerzas par verlo, debido a que me da terror ver su mirada de rechazo y asco.
Finalmente entro en razón y me dirijo a la habitación, al entrar enseguida noto al chico semi-acostado, mirándome con temor.
-Hola -intento hacer que mi voz se escuche suave.
Pasando unos minutos y jamás recibo respuesta, provocando que algo en mi pecho se rompa.
-Lo siento mucho, llegué tarde -vuelvo a decir mientras tomo asiento en la silla cercana a la cama.
-No es tú culpa, yo fui quien asistió, teniendo claro lo que me podían hacer -dice en un tono demasiado bajo.
-¿Estás molesto por qué te saque de ese lugar? -Bajo la mirada evitando todo contacto.
-No, debido a que sabía que llegarías, porque no importa donde me encuentre, sé que aparecerás e intentaras salvarme.
-Llegue tarde, estás herido y eso me duele, no me gusta verte mal -muerdo mi labio intentando reprimir las lágrimas, pero fallo -perdoname, por favor.
-Quiero dormir, ¿Puedes quedarte aquí sin decir nada? -habla bajo.
-Bueno -me niego a mirar lo que hace, debido a que no deseo que vea mis lágrimas.
Sé porque no respondió, me odia, mis manos son asquerosas, intento mantenerme lejos, pero duele demasiado, ya no aguanto, no sé que hacer, todo es tan similar a una pesadilla que me asusta.
Tengo miedo, miedo de lo que puede ocurrir en el futuro y de mi.
