Así te quiero. (Capítulo 29)

3.7K 317 43
                                    

Me encontraba en lo que parecía... ¿Un aeropuerto?

Miré a mi alrededor, y sí, era un aeropuerto. 

¿Por qué?

Me di cuenta que todos los chicos estaban ahí, excepto Jimin, él no estaba con ellos. Me miraban con una expresión que no pude descifrar. Me giré y Tae Hyung estaba a unos metros de mí. Parecía gritarme algo desesperadamente, pero no pude escuchar nada de lo que decía. Parecía frustrado y me hacia señas con las manos.

¿Qué querría decirme?

***

Mi alarma sonó y me desperté de golpe. 

Otra semana más había terminado y por fin ya era viernes. Me senté, me tallé los ojos, y me quedé perdidamente mirando hacia el infinito tratando de despertar por completo. Me dirigí al baño y tomé una ducha rápida para ir a otro día de clases.

Ya habían pasado varios días desde que regresé a casa. Las cosas habían ido bien, aunque me aburría mucho por las tardes. Me la pasaba el día entero estudiando y preparándome para el examen de la universidad. Sí, acepté ir con Jimin a Los Ángeles, para ser sincera, tampoco yo podría estar separada de él. 

Sabía que aún faltaba tiempo, pero la vida corría muy deprisa. Como mi padre siempre decía: 

Hay más tiempo que vida. 

Jimin también la había pasado ocupado con los trámites a la universidad, por lo que no nos habías visto mucho en esos días. Únicamente en clases, y ni siquiera podíamos hablar mucho, ya que siempre terminaban regañándonos. 

Por suerte, Soo Yun volvió a irse de viaje con sus padres, o padres adoptivos, no lo sabía. Por lo que escuché tenía un problema familiar. Lo único que sabía es que no había tenido que enfrentar momentos desagradables por ya varias semanas. 

Me puse el uniforme, cepillé mi cabello y lo recogí en una coleta alta, con la caída suave y algo alborotada hasta mi espalda. Tomé mi mochila y el señor Choi me llevó a la escuela.

—Hey chica, ¿y esa cara? —preguntó Eun Ji cuando me senté en mi lugar.

—No he dormido bien últimamente, esto de la universidad es un estrés.

—Vamos, no te agobies tanto, sé que ingresarás sin problemas, eres la chica más lista que conozco.

—Eso espero. Me resulta algo intimidante, ¿sabes?

—¿Tienes miedo?

Bastante.

—Un poco.

—¿Por qué?

—No lo sé.

—¿Acaso tienes miedo de separarte de Jimin?

Guardé silencio por algunos momentos.

¿Era eso lo que me aterraba tanto? 

—No lo sé, son muchas cosas...

— ¡Vamos, sólo disfruta de tu juventud, no es tiempo para temerle a los cambios —me sonrió poniendo su mano sobre mi hombro.

—Gracias, eres la mejor —le sonreí.

Después de unos minutos, Jimin llegó, y se dirigió a su lugar detrás de mí.

—Hola —me besó rápidamente.

—Hola —le sonreí.

La clase comenzó e hicimos algunos ejercicios de álgebra. Una clase normal y aburrida como siempre. Después de eso salimos a un receso, y al terminar tuvimos clase de deportes.

Una flor sin pétalosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora