Ahora lo sé. (Capítulo 12)

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—¿Interrumpo algo?

Mierda, Jimin.

Abrí los ojos de golpe y miré hacia un lado. Jimin estaba parado a unos pasos de nosotros, con las manos en los bolsillos, y la mirada fría. 

Suga y yo nos soltamos al instante, y nos aclaramos la garganta. 

—Bueno, tengo que ir a clases, los veo después —dijo Suga, yéndose al instante.

Desapareció de nuestra vista, y nos quedamos solos Jimin y yo en el pasillo.

—¿Dónde estabas? —preguntó.

—Oh... eso... Es que tuve que... —me puse nerviosa.

—Deja de tartamudear y contéstame, ¿dónde estabas? El profesor me mandó a buscarte ya que no estabas en el salón.

—Sí, es que...

Debía pensar en algo. Jimin no podía enterarse que un chico intentó propasarse conmigo. 

Mierda, sonaba peor de lo que pensaba.

—Me sentía mal y fui a la enfermería —mentí.

—¿Y por qué estabas con Suga? ¿Por qué se estaban abrazando? —cuestionó impaciente.

—¿Acaso eres mi papá? Sólo vayamos a clase —puse los ojos en blanco.

Caminé pasando a un lado de él, dando pasos largos para poder evitar que me preguntara alguna otra cosa más. Él me siguió detrás, hasta llegar al salón.

—Señorita, ¿dónde estaba? —preguntó algo molesto el profesor.

—Am... Yo...

—Estaba en la enfermería, se sentía mal —interfirió Jimin, salvándome de dar una explicación. 

Se le daba muy bien eso de mentirle a los profesores.

—Bueno está bien, pasen antes de que cambie de opinión.

Caminé hasta mi lugar, y Jimin se sentó en su lugar detrás de mí. Tuvimos examen de inglés. 

Y pesar de seguir nerviosa y un poco asustada por lo que había pasado, de nuevo fui la primera en terminar el examen.

Alejé la prueba de mí, y me recosté sobre mis brazos en mi lugar intentando olvidar todo por lo que estaba pasando, y sin poder evitarlo, me quedé dormida.

***

—Hey, chica, despierta —Eun Ji estaba moviéndome de lado a lado tratando de despertarme.

—¿Qué pasó? —me levanté, muy adormilada.

—Te quedaste dormida —se rió de mí.

—Oh cielos... ¿Ya acabó la clase?

—Sí, ya es hora de irnos.

Todos ya estaban tomando sus cosas y salían del salón. 

Jimin fue casi el primero en salir, pero lo ignoré. No era como si no pudiera regresar sola. 

Comencé a guardar mis cosas de nuevo en mi mochila. Salí junto con Eun Ji y me despedí de ella como siempre. Iba caminando hacia la parada del bús, bostezando. Cielos, aún tenía mucho sueño. 

En eso Jungkook me alcanzó.

—¡Giselle! —me gritó detrás.

—Oh Kook, ¿qué pasa? —me detuve.

—Bueno, sólo quería preguntarte si puedo ir a verte a tu casa ésta noche —preguntó.

—¿A mi casa?...

Una flor sin pétalosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora