Él no es mío. (Capítulo 13)

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Jimin se separó de mis labios, mirándome.

—Kook está aquí —dijo.

—Lo sé.

Se levantó casi obligado de la cama, y arregló un poco su camiseta y su cabello, el cuál despeiné bastante. Volteó a verme por unos instantes, yo seguía sentada en el medio de la cama.

—Quédate aquí, no salgas —me dijo. 

Asentí.

Abrió la puerta, y desapareció de mi habitación. Jamás llegué a pensar que algún día, la presencia de Jungkook me iba a molestar tanto.

Me dejé caer hacia atrás, llevando mis manos hasta mi cara para cubrirla. Mis mejillas seguían hirviendo. 

Mi primer beso. Mi primer maldito beso había sido robado por Park Jimin.

Me revolqué en la cama dando patadas al aire, sintiéndome maldita y extrañamente feliz.

Me puse de pie, dándome cachetadas yo misma. Me dirigí a la puerta y salí sin hacer ruido al pasillo, me quede detrás de los barandales de las escaleras tratando de localizar a Jimin y al inoportuno de Jungkook.

Efectivamente, Jungkook estaba ahí. Estaba charlando con Jimin, parecía que se estaban riendo, y lucía realmente tranquilo, como si nada hubiera pasado. 

Muy al contrario de mí.

Pero no, no estaban solos. Había alguien más con ellos.

No puede ser verdad.

Sentí como si mi corazón se hubiera paralizado por un momento, y mi cuerpo se tensó por completo. Soo Yun, el detestable chico que intentó aprovecharse de mí, estaba ahí. Estaba parado en la alfombra de la sala, riéndose y charlando con ambos.

¿Qué? ¿Eran amigos? 

No podía escuchar nada desde donde estaba, solo veía que charlaban y se reían. Estuvieron así durante un buen rato, hasta que Kook fue a la cocina, y se quedaron Jimin y Soo Yun sentados en el sofá. 

Seguían charlando, y yo estaba frustrada y molesta de no poder hacer nada al respecto.

***

Pasó aproximadamente una hora y media. Jungkook, el idiota de Soo Yun y Jimin seguían charlando en la sala. Yo ya me resignado, y me había ido a mi habitación. Era inútil estar en las escaleras, ya que al final de cuentas no lograba escuchar absolutamente nada. Además, no quería seguir viendo la horrible cara de Soo Yun.

Tomé mi libro de álgebra y di un último repaso para el examen del día siguiente. Por fortuna sería viernes, y terminaría la maldita semana de exámenes. ¡Hurra!

Me recosté en la cama mirando hacia el techo y... ¡Joder, no paraba de pensar en Jimin y sus infernales labios!

Por primera vez en mi vida me sentía tan atraída por un chico. Por primera vez en mi vida pensaba tanto en un chico. Por primera vez en mi vida, me gustaba un chico.

Sí, Jimin me gustaba demasiado.

***

Desperté, eran las 6:30 am.

Me levanté de la cama e hice mi rutina matutina como siempre. Me había quedado completamente dormida, y ni siquiera supe en qué momento se marcharon Kook y el otro idiota. 

Salí de mi habitación, sintiendo un escalofrío en mi piel al pasar por la puerta de la habitación de Jimin. Sonreí como tonta llevándome las manos a mi cara.

Una flor sin pétalosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora