MI nueva vida en un nuevo mundo.[Harem Lemon +18]

Capítulo 11: La batalla comienza.

Capítulo 11: La batalla comienza.

Todos caminaban por el pasillo oscuro en línea recta, con una lampara de aceite alumbraban para no tropezarse.

—¿Es lejos?

Pregunto Marko siendo guiados por Keila.

—No, solamente unos pocos minutos, la salida esta escondida, por eso casi nadie sabe de ella.

Un día cuando estaba haciendo una ronda de guardia encontró este pasaje, tal vez unos contrabandistas lo hicieron o unos ladrones, sea cual sea el caso era bastante ventajoso.

Esos minutos pasaron y Keila quito una pared llegaron a unas cloacas, el olor inundo sus fosas nasales, pero lo contuvieron.

—Está bien que Reyna este aquí?

Pregunto Marko viendo a Reyna quien no tenía mucha reacción.

—Usamos este pasaje varias veces para salir de la ciudad, mis padres no me lo permitían, pero con la ayuda de Keila podíamos disfrutar un poco de la naturaleza

Respondió Reyna caminando al lado de Marko.

—Oh...ya veo...padres bastantes estrictos.

Dijo Marko pensando en su madre, sabia cuando lo odiaba, pero nunca fue estricta, de hecho, le daba total libertad de hacer lo que quisiera, simple desinterés hacia un hijo o esperando que en algún momento hiciera algo mal y muriera.

—Llegamos, según recuerdo este es bastante lejos de otras tapas de alcantarilla, esperemos que no haya gente a los alrededores.

Keila con ayuda de Marko quito la tapa viendo a los alrededores que no hubiese personas a los alrededores.

—Despejado.

Dijo Keila antes de salir de la alcantarilla y ayudar a subir a Marko para entre ambos subir al resto.

—¿Dónde queda el nuevo escondite Reyna?

Pregunto Keila a lo cual ella intento recordar la nueva ubicación.

—ya recordé, está en la taberna cerca de la iglesia, vamos.

Keila, Reyna y Mayela tuvieron que ocultar su presencia con unas capuchas ya que ellas podían ser reconocidas y ser descubiertos.

—Debimos haber venido de noche.

Dijo Marko ya que esa hubiera sido una mejor forma de pasar desapercibidos

—Estoy de acuerdo con Marko, no lo pensamos bien.

Keila hablo dándole la razón a Marko.

Caminaron algo alejados de la gente, esperaban que no sospecharan de ellos.

Recorrieron un poco la ciudad hasta llegar a la iglesia.

—Por aquí.

Reyna guio al grupo hacia una taberna cercana, era pequeña y no había mucha gente, el lugar perfecto para un escondite.

Todos entraron y Reyna se acercó al Bar tender.

—No pueden entrar niños.

Hablo el dueño del local antes de escuchar hablar a Reyna.

—Deme un vino especialmente hecho para el rey.

Al escuchar eso y ver de quien se trataba sonrió ya que sabía quién era.

—Síganme por favor, tengo lo que quiere atrás.

Todos entraron con el dueño detrás del local donde guardaba todas las botellas de bebidas.