MI nueva vida en un nuevo mundo.[Harem Lemon +18]

Capítulo 18: Una noche todos juntos (Only Lemon)

Todas estaban dormidas alrededor de Marko quien seguía inconsciente.

Pasaron dos días y no parecía despertar.

Todas estaban haciendo lo suyo mientras Lucy cuidaba a Marko.

Ella acariciaba su rostro esperando que despertara.

—Por favor despierta...

Beso los labios de Marko antes de levantarse y salir de la habitación.

Al día siguiente ya llegada la noche, todas estaban a punto de dormir cuando Marko despertó.

—Donde... ¿Dónde estoy?

Miro a todos lados viendo a todas frente a él.

Ellas al ver que despertaba se lanzaron contra el para abrazarlo.

—¿Por qué tardaste tanto en despertar?

Keila hablo abrazando a Marko.

—Perdón, la máscara me desgasto mucho y quería descansar bastante.

El estómago de Marko gruño ya que tenía 10 días que no comía, no sabía ni como seguía vivo.

—¿tienes hambre?, podemos prepararte algo.

Inu hablo a lo cual las tres cocineras asintieron.

—Nada me gustaría más que comer su comida.

Marko al ver a Nox sonrió ya que no parecía estar incomoda.

—¿Cómo te va Nox?

Pregunto Marko mirando a Nox

—M-Me va muy bien señor Marko, todas son amables conmigo.

Dijo Nox con una leve sonrisa a lo cual Marko acaricio el cabello negro de Nox.

—Me alegro de que sea así.

Todas se separaron de Marko para darle algo de espacio.

—Hare lo que más extrañe.

Se levanto de la cama para antes de cualquier cosa, besar a todas y cada una de ellas, era lo que más extrañaba, poder besar a todas sus novias.

Todas también extrañaban poder besar a Marko por lo que ahora que lo tenían de vuelta no desaprovecharían ni un momento el poder estar con él.

Cuando termino de besar a todas, ellas tenían un leve sonrojo por la pequeña vergüenza que les daba aún pero realmente felices por dentro.

Marko junto a las tres cocineras y las demás salieron de la habitación para ir a la cocina, Marko utilizo su electricidad para alumbrar la casa.

Dejando que Marko descansara un poco más las tres cocineras comenzaron a prepararle una gran cena.

La máscara había forzado su cuerpo a sus límites por eso no había necesitado comer, dormir o beber, pero su cuerpo recibía las consecuencias.

Lucy había decidido no decirle a Marko lo de estar embarazada hasta que llegase el momento indicado y sabia cual día era.

Pasado unos minutos, las tres cocineras dejaron la cena de Marko en la mesa a lo cual el al ver la increíble cena que le dejaron se asombró.

—Guau, esto es realmente increíble, ¿no habrán tenido otro maestro de cocina mientras no estuve?

Dijo Marko recordando la ilusión que aún lo atormentaba pero que intentaba con todo su ser olvidar.

—Claro que no, tú eres nuestro maestro de cocina y nadie puede cambiarlo, no hay nadie como tú.