𝒏𝒐𝒕 𝒉𝒆𝒓 𝒒𝒖𝒊𝒓𝒌 | midoriya izuku

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tendría que ir con el rubio del quirk eléctrico cómo Mina le había indicado, así que tuvo que dar toda la vuelta para dirigirse a la habitación del muchacho, tocando la puerta repetidas veces en la puerta, esperando una respuesta.

Kaminari fue quién abrió la puerta, estirando sus brazos para recibir a Midoriya, y una vez tenía al peliverde envuelto desde sus hombros, lo metió dentro de su habitación —qué raro, Midoriya, casi nunca quieres ser parte de nuestras pijamadas.

Izuku aclaró su garganta: — de hecho, vine aquí para hacer unas preguntas. — Sero, quién también se encontraba allí, le indicó que se sentara sobre la cama, dejando de lado el mando de consola para prestar total atención al peliverde.

sólo estaban ellos dos, digamos que los chicos no eran muy... sociales. Bakugo se dormía a las ocho, Iida era muy molesto en cuánto a los horarios también, Kirishima solía entrenar en las noches, Todoroki a veces se unía pero se aburría y se iba a dormir. entonces, terminaban siendo solamente ellos dos.

— somos todo oídos, Midoriya. — fueron las palabras del pelinegro, ahora tenía dos pares de ojos, unos negros y unos amarillos, sobre él. se sintió nervioso. tomó su libreta, abriéndola en la página dedicada al segundo quirk de Mei. 

— pues... me gustaría saber si saben algo del segundo quirk de y/n-san. — los amigos se miraron alzando una de sus cejas, ¿segundo quirk? no estaban enterados de uno —  aquel que te impide pensar en otra cosa que no sea ella, a veces incluso te impide dormir y hasta poner atención en clase. — soltó un suspiro, estaba harto de eso. — quería saber si alguna vez lo había usado en ustedes, o si sabían el nombre del mismo.

— entonces... — Sero rió apenas, separándose un poco de Kaminari quién estaba abrazándolo. —  estás diciendo que el segundo quirk de y/n evita que pienses en otra cosa que no sea ella, a veces no te deja dormir ni poner atención en la clase. — recapituló, Midoriya asintió frenéticamente.

— ¿de casualidad también tus manos cosquillean cuándo estás cerca de ella, o quieres que te toque todo el tiempo? — añadió Denki, Midoriya recordó ese día que habían  estado observando las estrellas y la manera en la que sus labios habían cosquilleado solo de sentir la respiración de al chica cerca de los mismos.

— ¡exacto, Kaminari-kun! ¿lo ha usado contigo también? — acaso... ¿alguien pensaba igual que él? ¡estaba emocionado, por fin iba a poder conocer el quirk de su amiga!

— no, querido. — el rubio estiró su mano para dar una pequeña palmada sobre el hombro del peliverde, riendo un poco. — déjame decirte que no es un quirk, es...

— te gusta y/n básicamente. — interrumpió Sero. Midoriya alzó sus cejas, sus mejillas calentándose ante la idea de aquello. ¿de verdad?

— n-no creo que sea eso, debe ser su quirk y si Kaminari dijo que él también lo sintió entonces...

 — vamos, Midoriya. — el de quirk eléctrico rió un poco, tomando de los hombros al peliverde y sacudiéndolo un poco — ¿nunca has pensado en lo bien que se sentiría sentir las manos de ella en tu cuerpo, recorriéndolo y...?

— lo estás asustando, para. — las mejillas del peliverde parecían ir a explotar, la manera en la que su respiración comenzaba a agitarse y la pequeña gota de sudor bajando por su frente lo estaban delatando. — nuestra respuesta es, Midoriya, no es un quirk, te gusta y/n.

— ¡mu-mu-muchas gracias! — fue lo único que dijo, y huyó, sí, huyó, de la habitación del de ojos amarillos tan rápido cómo pudo.

entró de nuevo a su habitación, mirando el alrededor y lanzándose sobre su cama, mirando el techo de la misma con atención. no estaban tan equivocados y además, no tendría sentido que y/n usara su segundo quirk solamente con él. suspiró profundamente y su imaginación le jugó una mala jugada.

pues, gracias a las palabras que había dicho Denki, sobre las manos de la chica, ahora sentía su garganta cerrarse solamente de imaginárselo, pasó saliva, cerrando sus ojos y colocando sus manos sobre sus mejillas, intentando bajar la temperatura de las mismas. — tranquilízate. 

pero no podía, ahora en lo único que podía pensar era en la chica tocándolo.