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"Leer"

V I O L E T

Tome mi muñeca y comencé a cepillar su cabello mientras tarareaba un canción de cuna que me cantaba mamá.

—Ya vengo— mi hermano Abiel apareció con sus cabellos tiesos peinados hacia arriba en un intenso de verse rudo.

—Vuelve antes del almuerzo— apenas alcanzó a hablar mamá antes de que el desapareciera dando un portazo, sus amigos le esperaban afuera.

Mamá se preocupaba mucho por él pero más no podía hacer, el era más que rebelde, Abiel ya tenía 10 años y no queria imaginar como sería más grande, mamá nos criaba ella sola.

Nunca hablaba de papá,pero tengo entendido que mi hermano si logró vivir un tiempo con, pero ambos se negaban de hablar de él.

Imaginaba a papá como un hombre dócil y cariñoso, esperaba que algún día el viniera a conocerme.

Si es que estaba vivo, en mi mente barajaban muchas posibilidades de su paradero, quizás era un soldado dedicado o muerto, quizás enfermo y murió o algo le pasó que no ha podido regresar pero me negaba a creer que el se fue.

Mamá terminó de cocinar y me sirvió el plato de comida, la mire mientras comíamos en completo silencio, mi madre era una mujer que podría ser muy cálida o fría, realmente no podia juzgarle.

Trabaja arduamente por nosotros lo que le permitía sus pocos conocimientos, cuando terminamos de comer comence a limpiar los platos.

—Pronto, te enseñaré a cocinar así dejo de preocuparme de lo que come tu hermano y poder tomar otro empleo— dijo contando los pocos billetes que le quedaban junto a unas cuantas monedas que dejó sobre la mesa —Compra un pescado en el mercado tambien y revisa si quedan verduras si no trae más —

—Si mamá— respondi para no llevarle la contraria.

—Cuando termines, ve a buscar a tú hermano iré a dormir— asenti en silencio.

Como ella ordenó fui a buscar a mi hermano después de haber secado y lavado los platos, tome la cesta y me fui primero en  busca de mi hermano que lo encontré con sus otros dos amigos note que estaban golpeando a otro chico más pequeño.

—¡Abiel!— le exclame cuando me escucho soltó al pequeño rubiecito este salió corriendo.

—¿Que quieres Violet?— me miro molesto mientras sus amigos me miraban desde atrás creyéndose superiores.

—¿Que quieres Violet?— me miro molesto mientras sus amigos me miraban desde atrás creyéndose superiores

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—Mamá quiere que vayas a comer— no le dije nada si decía algo frente a sus amigos me iría peor.

—Tsk— se quejó —Nos vemos luego— se despidió de sus amigos y el grupo de disolvio.

Preocupada por aquel niño rubio seguí mi camino al mercado, donde compré lo que mamá me pidió, el pescado,patatas, zanahoria, fideos y arroz.

Cuando ya iba de regreso a casa iba silbando la misma melodía que estaba cantando dando un pequeño saltito con el cuidado de no tirar las cosas.

Estaba apunto de llegar al puente pequeño que debía cruzar para llegar a casa hasta que escuche un llanto, me detuve en seco y me acerque hasta donde provenía el sonido y me asome entre las paredes.

—¿Di-Disculpa tú eres el niño que estaba siendo golpeado?— pregunte al verlo herido.

—¿Di-Disculpa tú eres el niño que estaba siendo golpeado?— pregunte al verlo herido

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—¿Eh?— me miro confundido. —S-Si— murmuró avergonzado.

—Por favor perdona a mi hermano— me acerque a el y saque un pañuelo me arrodille a su lado y le limpie las lagrimas.

—¿Uno de ellos es tu hermano? ¿También quieres burlarte de mi?— pregunto a la defensiva alejándose a mi.

—N-No, solo vengo a pedirte disculpas nadie tiene derecho a tratarte así, ten— le hice tomar mi pañuelo entre sus manos.—Puedes quedartelo— me puse de pie.

—¿Co-Como te llamas?— me pregunto mientras tomaba algo y se ponía de pie.

—Soy Violet Caruso— respondi mirándole. —¿Tú eres?—

—Armin Arlet— tenía entre sus brazos algo café.

—¿Que es eso?— pregunté.

—Esto...es un libro— lo mire confundida.

—¿Se come?— ladee un poco la cabeza y el lo abrió estaba lleno de letras, que usaba Abiel para estudiar.

—Se lee— respondió.

—¿Sabes leer?— le mire emocionada. —¿Puedes enseñarme?—

—¿Cu-Cuantos años tienes?— me miro preocupado.

—Siete ¿Por qué?—

—Y-Yo tengo ocho aprendí a leer a tu edad— se rasco la nuca.

—Mi mamá no sabe leer y Abiel, no quiere enseñarme dice que una niña no necesita leer— me encogi de hombros.

—B-Bien— se limpió sus lagrimas una vez más. —¿Cuando quieres empezar?—

—Ahora— aplaudi. —Esperame aquí, volveré pronto— el asintió tímidamente.

Salí corriendo y dejé las cosas en casa para luego irme y sali corriendo al encuentro con Armin.

El estaba estático mirando la corriente de ese río.

—Bien— respondi con la voz agitada —Estoy lista para aprender—

—Vayamos a la plazoleta, ahí estaremos sentados bajo una sombra tranquilos—

—Vamos— tomamos camino a paso calmado.

—¿Quien de ellos es tu hermano?— pregunto temeroso.

—El que tiene el cabello café y levantado—

—Ah, no se parecen en nada— respondió.

—¡Gracias! Es un alago que me digas eso— jugue con mi pelo negro. —Creo que mis rasgos son gracias a mi padre, mi mamá es igual a mi hermano—

—Entiendo— respondió calmado cuando llegamos a la plaza nos sentamos en una banca, Armin usando el mismo libro comenzó a enseñarme las vocales y como leerlas cuando iban acompañados de consonantes.

—Aprendes muy rápido—

—¿Puedes enseñarme a escribir también?— pregunte causando que el me mire contento.

—¡Claro!— se alegro.

Sea of love. [Armin Arlet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora