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V I O L E T

Abrí mis ojos con dificultad y con los brazos temblando mis ojos me ardían y mi cabeza dolía mucho, me senté en la cama sintiéndome débil, mis ojos débiles se dirigieron a la puerta mientras mi corazón se aceleraba.

—Violet...— el estaba apoyado en el marco de la puerta con unas enormes ojeras bajo sus ojos.

—Niña, despierta por favor— esa voz no la conocía. —Por favor resiste— me suplico.

No quería abrir mis ojos en aquel estado de inconsciencia  que me encontraba era más que placentero, no estaba preocupada de nada ni por nadie.

—Por favor...— escuche una vez más, causando que abra los ojos con pesadez, mi pierna estaba inmovilizada un hombre se encontraba a mi lado.

—¿Quien es usted?— le pregunte mirando a aquel soldado.

—Yo te salve niña— acaricio mi frente.

Retrocedí un poco en mi cama con el nudo en la garganta, y mis ojos se llenaron de lagrimas mientras temblaba sin creer lo que veia.

Jack comenzó a caminar poco a poco hasta la cama con una mirada melancólica, se sentó en el borde y toco mi mejilla aún no lo podía creer...

—¿Ja-Jack?— pensé que había sido un delirio pero no.

—Violet yo...— unas lagrimas se deslizaron por sus mejillas. —Perdóname hija mía por favor— y pronto tomo mis manos vendadas y las miro con melancolía.—Todo esto es mi culpa— unas lagrimas comenzaron a derramarse por mis mejillas y comencé a llorar. —¡Oh no! No sigas llorando mi niña no— comenzó a secar mis lagrimas mientras yo trataba de contenerlas. —Te vas a afiebrar de nuevo por favor mi pequeña— beso mi frente.  —Papá ya esta acá—me aferro a su cuerpo y yo lo abrace con fuerza. —Ya mi amor...— su tono cálido, amoroso y paternal.

—Jack...— comencé a sollozar.

Me abrazo con tanta fuerza que la pena se disipó de forma rapida, acariciaba mi cabello mientras yo cerraba mis ojos.

—Perdóname por el daño que te hice mi niña, el que estés aqui, no estoy listo para verte volar, yo pensé que con esa actitud de mierda te iba a tener de vuelta, yo sabía cuando era el día de tu partida y pensé pensé vendrías aterrada a mi que te arrepentirias y al ver que no llegabas fui a buscarte pero la legión ya había partido, tenia miedo...Violet perdóname por torturarte de esa manera ahora lo veo y lo entiendo tuve que pasar por lo que yo re hice pasar, no pude pegar un ojo nada, hasta que llegaras aquí sana y salva mi niña — sus lágrimas mojaban mi cabello.
—El que estés aqui es mi culpa... incluso el doctor me lo dijo— su mano acariciaba mi mejilla. —Todo el estrés que te aporte con mi actitud y con el estrés de tu misión  y lo que le paso a Armin te generó fiebre por estrés yo ni siquiera sabía que eso existía, mi pequeña Violet te prometo que nunca más te haré esto— lo mire a los ojos alejandome un poco de él.  —Dime algo por favor mi niña—

—Te extrañe tanto Jack, yo temía que me odiaras— confesé bajando la mirada. —Y no te culpo... soy culpable también, e iba a entender el que te alejaras de mi, si incluso mi padre que era sangre de su sangre me dejó tu podías hacerlo, puedes hacerlo aún— lo mire y el me apego a su cuerpo con fuerza.

—¡No digas eso nunca Violet Keating!—me regaño.

—Perdón—

Me sentia bien pero aun así algo inquietaba mi corazón solo recordaba a Armin lo último que vi en el carromato, solo podía pensar en él y como si mi mente estuviera conectada con la de él Armin apareció, en el marco de la puerta de manera tímida.

Sea of love. [Armin Arlet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora