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V I O L E T

"El camino que elijo"

Con el paso del tiempo Armin desapareció de mi mente ya me había resignado a su también posible prematura muerte, Jack no tenía forma de averiguarlo, ese registro lo llevaba la policía militar y ellos eran muy celosos con la información que se les daba, de todas formas poco a poco el dolor bajo de intensidad y tan solo opte por guardarlo como un amado y lejano recuerdo que quizás nunca más volveria.

Mi nueva acta negaba la existencia de mi madre, y de Abiel, me hice pasar por una huérfana del distrito de Shinganshina que finalmente encontró una familia, mi nuevo nombre estaba ahí, Violet Keating nadie podía negarlo era una Keating y Jack era el más feliz con ello, mientras mi pierna se recompone se dedico a educarme en casa.

-¿Tres por cuatro?- pregunto mientras escribía el resultado de la multiplicación anterior.

-Doce- respondí rápidamente causando que el sonría complacido.

-Eres muy inteligente Violet- cerro el cuaderno suavemente mientras me estiraba suspirando.

—¡Adoro estudiar!— aplaudi un par de veces.

—Eso es bueno, el día de mañana podrás ser una gran doctora, o ingeniera de las murallas— lo miré con dudas.

—La verdad me gustaría ser algo más— respondí causando que el me mire intrigado.

—¿Que quieres ser de grande Violet?— no sabia como plantearselo.

—Sabes Jack, yo te admiro mucho, tu noble corazón, y sobre todo tu fuerza yo quiero ser un soldado como tú...— el apretó un poco sus labios.

—¿Estas segura que quiero eso incluso después de lo que viste? Digo yo puedo hacer lo que sea para que cumplas tus sueños ¿Estas segura que quieres ser una soldado?— asentí con seguridad.

—Claro que si, me encantaría que pelearamos codo a codo contra los titanes, reparando murallas, cuidando del pueblo— parece que al ver que mi inspiración también eran las tropas estacionarias le relajo un poco.

—Bien si es eso lo que quieres, no me opondre seria como enjaular a un ave prohibirtelo— acaricio mi cabello una vez más. —Se que serás la mejor en lo que te dediques—

—Gracias por confiar en mi—

Los meses comenzaron a correr en cada parpadeo, que pasaba felizmente al lado de Jack Keating, el realmente se estaba comportando como un padre.

—Descansa mañana es tu primera terapia— acaricio mis mejillas mientras me acurrucaba.

—¿Puedes leerme un cuento?— pregunte temerosa, con ansias de que el fuera el primero en leerme un cuento.

—Bien ¿Te molesta que te cuente uno que le gustaba a mi hija?—

—No— respondí.

—A ella le encantaba el patito feo—

—Bien soy toda oidos— me acurruque.

Jack tenía un dinamismo único para contar la historia, quizas a su hija le gustaba como cambiaba su tono de voz para cada personaje, esta historia trata sobre, Una pata tiene varios patitos, pero uno de ellos es mucho más feo, tosco y torpe que el resto, por lo que todos le dan de lado y se burlan de él. El patito decide huir de allí y se enfrenta solo y triste a los problemas del invierno. Al llegar la primavera, encuentra un grupo de cisnes que, para su sorpresa, son amables con él. Estos le hacen ver su reflejo en el estanque, y así descubrir que en realidad él era un bello cisne y no un pato desgarbado.

—Jack ¿Como se llamaba tu hija?— le pregunte antes que se retirara.

—Se llamaba Scarlet— respondio. —Era una niña pelirroja con muchos rizos de ojos grises, una copia de su madre— sonrió acostándose a mi lado. —Era una niña muy risueña, le gustaba usar vestidos blancos—

Jack comenzó a relatar sobre su hija, nació un 2 de febrero, le gustaba los colores más vibrantes posibles, siempre le hacía corona de flores tanto como a él y su madre, mientras me contaba sobre su hija comencé a dormirme acurrucada en su pecho.

Y como pasaron los meses volando pasaron los años como quisiera aferrarme más a mis días de infancia a su lado, un tiempo comencé a arrepentirme de mi camino de ser una soldado pero luego medite que sería un pequeño sacrificio de tres años y después estaría al lado de mi padre, trabajando codo a codo.

Mi pierna se recupero pero en ocasiones daba pequeños cojeos que lograba disimular el día llegó, mi padre me miro con los ojos llenos lágrima.

—Nunca espere este día pero ahora que llego me siento más que orgulloso— acomodo las solapas de mi uniforme.

—No te decepcionare padre— por primera vez lo llame papá, causando que el comience a llorar más y me abrace con fuerza.

—Se que no lo harás mi pequeña Violet— beso mi frente. —Ya vete no quiero que llegues tarde a tu iniciación—

—Esta bien— lo abrace. —Daré lo mejor de mi te escribiré cada vez que pueda papá— el me soltó con suavidad y le di la espalda para comenzar a caminar con la frente en alto.

—¡Adios Violet!— exclamó causando que me gire con los ojos llenos de lagrimas y  agite mi mano.

—¡Adiós papá!— dije una última vez para continuar mi camino.

Mi infancia fue rodeada de amor de Jack, no solo de regalías si no verlo mientras hacía el mercado, cuidando la muralla compartiendo con sus compañeros de tropas, jugando ajedrez para que la gente estuviera más tranquila, su afable rostro inspiraba paz, conocía su historia y el conocía la mía.

Y hoy emprendía vuelo ha conocer el mundo que me aguardaba por delante y las personas que llegarían a mi vida.

Todo era una nueva etapa una sonrisa iba implantada en mi mejilla mientras veía las espadas cruzadas como insignia en mi chaqueta pero ya quería que estas fueran una rosas.

Aquí empieza el destino que elegí...

Sea of love. [Armin Arlet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora