Sea of love. [Armin Arlet]

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"Adios a una nueva vida"

Armin se sento en la orilla de la cama y acaricio mi mejilla. Lo miré con un par de lágrimas en los ojos sollozando, limpio mis lágrimas y beso mi frente.

—¿Quieres comer algo?— negué suavemente. —Mi amor tienes que comer, sabes que te hace mal castigarte asi—

—No tengo hambre— comenté apenada.

—Bien Violet no te preguntaré, vas a comer— se levanto de la cama y se fue, no me moleste en moverme y me quedé en la misma posición en la cama.

Comencé a dormirme un momento hasta que Armin apareció con una bandeja de comida que dejó en la mesa de noche.

—Armin...— mis ojos se llenaron de lágrimas.

—Si dejas de comer yo también lo haré— me miro con severidad mientras me apoyaba en mis brazos para sentarme en la cama.—Entiendo que estás triste pero no puedes hacerte esto— lo miré aguantando las lágrimas.

—Lo siento— el dejo la bandeja a sobre mis piernas y tomo el tenedor para darme de comer, cuando trague el primer bocado el finalmente abandono esa postura molesta y se relajo, volvió a mirarme con amor.

Después de comer tomo una manzana y comenzó a pelarla para luego cortarla en gajos y dármelas, no podía evitar mirarlo con todo el amor que mi pecho sentía al ver como me cuidaba.

Sabía que Armin sería un excelente padre...

Tengo que preocuparme más por mi salud si quiero ser madre...

Al terminar de comer el se llevó la bandeja y me quedé en la habitación pasando mis manos sobre mi rostro pensativa.

—¿Quieres algo más?— pregunto entrando a la habitación, mientras me ponía de pie y me quitaba la camiseta dejando mi torso al descubierto.

—Quiero darme una ducha— comencé a caminar hasta el baño y me detuve en el marco de la puerta. —¿Quieres acompañarme?— sus mejillas se tiñeron de rosa y se unió a mi.

Fui la primera en terminar de desnudarse y me metí en la ducha y abrí la llave deje que ni cuerpo se mojada por completo solo tomo unos segundos a que Armin se uniera.

Tome su mano y lo apegue a mi para abrazarlo con firmeza, suspire al sentir su piel contra la mía. Tan cálida y suave ver su torso marcado y poder sentirlo contra mi cuerpo era toda una experiencia.

El puso su mano en mi cabeza y la acaricio causando que me acurruque más en su hombro y pose una mano en su pecho y lo acaricie.

Solo quería sentirlo, quería sentirlo entre mis brazos y mis dedos y mi mejor excusa fue invitarle a la ducha.

Me aleje un poco de el para tomar sus mejillas y besarle de forma apasionada el me apego desde las caderas contra su cuerpo y me puso contra la pared de la ducha. Nos separamos del beso y nos quedamos mirándonos a los ojos.

—Siento si te he confundido no tengo los ánimos hoy— confesé tímidamente.

—No te preocupes cariño— sonrió acariciando mi mejilla. —Disfruto estar así contigo, disfruto estar contigo de todas las formas que existan— su mano se deslizó hasta mi cuello y lo acaricio y luego mis clavícula con suavidad las acariciaba. —Eres una mujer muy hermosa— sonreí ante su alago.