XVI

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~CLARKE~

El resto del viaje fue un sueño para mi. Cuando no estábamos tenido sexo hablábamos de nuestras vidas. Conocí mucho de ambas antes de adoptar me.

Las amaba y cada que podía lo demostraba. Los besos y caricias eran de todo tipo, suave o duro dependiendo de la ocasión. Me gustaba.

Todos esos días solo fuimos Octavia, Lexa y yo, tres mujeres llenas de deseo y pasión.

Pero ya tocaba volver a la realidad. Mis vacaciones llegaban a su fin y todas estábamos más calladas que nunca.

Lexa manejaba por horas el yate, mientras O miraba el horizonte. No sabía cómo hacerse saber que aunque terminará el viaje podíamos seguir amándonos las tres.

Solo tenía está noche antes de regresar y tenía que usar todo lo que había aprendido en estos días. Octavia era más pasional, y le gustaba el sexo un poco fuerte, mientras que Lexa era más suave y delicada. Sin embargo ambas me volvían loca.

Octavia lograba encender todo mi cuerpo en segundos y Lexa de alargar mi agonía. Ambas se complementaban. Y eso era lo que me encantaba. No podría escoger entre ambas.

Cuando le dábamos placer a O eran besos hambrientos y penetraciones fuertes y rápidas. Lexa y yo nos enfocamos en lo que a ella le gustaba.

Mientras que cuando era a Lexa, O y yo nos volvíamos amantes delicadas y nos tomábamos nuestro tiempo para hacerla llegar.

Por eso cuando llegaba mi turno Octavia me besaba con hambre mientras Lexa recorría mi cuerpo con delicadeza. La mezcla de sus carias era alucinante.

Había preparado bebidas y puesto de derretir chocolate. Esta noche tenía que ser inolvidable si quería convencerlas de seguir con lo nuestro a escondida.

-O, puedes buscar a Lex, les tengo una sorpresa. Dije y ella me miró primero con tristeza y luego con una sonrisa.

-Claro mi amor, ¿ Quieres que la lleve a la habitación o aquí en la cubierta?. Pregunto con tono sueve.

-En la habitación, así estaremos más cómodas. Dije y ella me sonrió y fue a buscar a Lexa.

Mientras yo llevaba el chocolate y los cócteles a la habitación. Me quité la parte de arriba del traje de baño y me puse un poco de chocolate en mis pezones ya erectos.

Me acosté y esperé a que llegaran. Cuando lo hicieron ambas me iban sorprendidas. O se quitó su traje de baño con una sonrisa.

O se acercó a un pezon,  lo chupo y mordió sin llegar hacerme daño. Mis gemidos no se hicieron esperar.

Lexa no se quedó atrás y atacó mi otro pezon, ella lo lamia y saboreaba con suavidad. Eso era lo que me volvía loca. La combinación de fuerte con sueve a la vez.

- Es el postre más delicioso que he probado. Dijo Lex con una sonrisa. Tenia chocolate en sus labios. Me acerqué y con mi lengua le quite el resto.

- Si, delicioso. Dije y ella sonrió.

-¿ Tienes más chocolate?. Pregunto O y le señalé la mesita. Ahí había una tasa llena de chocolate derretido.

Con la cuchara hizo dos caminos de chocolate desde mi cuello hasta el inicio de mi intimidad. Ambas comenzaron a recoger el chocolate con sus bocas.

O terminó antes y lleno de nuevo la cuchara de chocolate. Me separo las piernas y con delicadeza dejo un poco de chocolate en mi clitoris y u  poco más abajo.

Me dio un poco de vergüenza pero dejé que hiciera lo que quisiera. Lo que había quedado en la chucara lo llevo a su boca.  Cuando Lex llegó no se detuvo y continuó el camino hasta mi clitoris. Chupo y saboreo el chocolate con mis fluidos que no eran pocos. Este juego con el chocolate me tenia a mil.

- Me encanta el chocolate pero prefiero tu sabor natural. Dijo mientras chupaba y lamia mi intimidad. Se separó y miró a O con una sonrisa.

- Prueba. Dijo besando la. Una de las manos de O estaba tocando mi entrada.

- Deliciosa. Dijo O al separarse. Lex me beso a mi y probé mis propio sabor mezclado con el chocolate.

Mientras Lex me besaba O había remplazado su mano con su boca. Chupaba y mordía. Mis gemidos eran cada vez más fuertes, señal que estaba a punto de llegar a mi órganos.

Mi lengua peleaba con la Lexa en busca de más sabor a chocolate. O había agregado sus dedo. Sus penetraciones eran sueves al principio. Dándome tiempo para acostumbrarme.

-Estas aún tan estrecha. Decía O con voz llena de lujuria. Lex había bajado y atacaba mis pechos. Eran una de sus partes preferidas podia pasar horas pegada. En una ocacion O le reclamo diciendo que a ella nunca le había besado los pecho tanto como a mi. A lo que Lex respondió que lo haría cuando le crecieran.

Las tres detallamos de la risa y O termino confesando que a ella también le encantaban mis pechos grandes y cremosos.

Volviendo al presente sentía el clímax formarse. O no dejaba de aumentar la velocidad de sus penetraciones mientras jugaba con mi clitoris con su lengua.

Lex jugaba con mis pezones rojos. Ambas lograron llevarme al orgamo en segundos.

Cuando me recuperare Lex ya estaba llenado el cuerpo de O de chocolate. Yo me encargue de sus pechos. Pequeños pero lleno muy firmes y deliciosos.

Lex estaba entre las piernas de O. Lex sabía lo que tenía que hacer para complacerla. A mi me tomaba más tiempo pero lo lograba. Los gemidos de O eran muy eróticos y fuertes. La besé. Me gustaba mucho besarla. Sentía toda su pasión.

Mis labios siempre quedaban rojos e hinchados después de una sección de besos con O.

Yo sabía que estaba a punto de llegar, una de sus manos se pego más a Lex a su intimidad miestras su otra sostenía mi cabeza para que no me separará de nuestro beso. Senti un poco de dolor en mi cuello cabelludo cuando alcanzo su clímax. No le di importancia y seguí nuestro beso con lengua.

Cuando aflojó y acaricio mi cabeza pidiendo perdón de forma silenciosa de por el daño me separe de le sonreí. Ya le había dicho muchas veces que no me importaba cuando era un poco violenta en su clímax.

La besé con suavidad por última vez. Ambas miramos a Lex y ella sonrió. Sabia que era su turno.

Tu, Ella, o Ambas ? CONTINÚA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora