NOTA: chicas quiero aclarar que el smut a continuación NO ES MIO. Sólo que me gustó y lo adapte a está historia.
Si quieren leer el original el libro se llama "En aguas profundas", capítulo titulado "Tarifa especial para grupos" escrito por Radclyffe.
~LEXA~
Me duermo un par de horas, sueño con poder hacer mía a mi esposa, pero me despierto antes de llegar a su orgasmo.
Con cuidado meto mi mano en su intimidad y comienzo a moverla. Su clítoris reacciona y se pone duro. Siento mis dedos llenos de sus fluidos.
- Amor, ¿ Qué haces?, Clarke puede vernos. Susurra O entre gemidos silenciosos.
- No lo hace, está dormida. Susurro de igual forma. Meto un dedo y mi esposa se mueve del placer.
Estoy jugando un rato con su entrada pero desde mi posición veo a Clarke moverse. Saco la mano con rapidez.
-¿ Qué pasó? Pregunta con la respiración acelerada.
- Creo que Clarke se despertó. Susurro y ella se da la vuelta para ver a nuestra hija.
No volvemos hacer nada y nos dormimos de nuevo.
A la mañana siguiente despierto y estoy sola en la cama. Veo hacia la de Clarke y tampoco está.
Escucho la regadera, y voy hasta la puerta.
- Amor, ¿ Eres tú?. Pregunto.
- Si, acabo de entrar. Dice y me vuelvo a sentar en la cama.
Notó que el agua deja de correr en la ducha y decido cruzar la habitación, para llamar a la puerta.
- O, cariño, deja que te seque la espalda. Digo con voz ronca, la puerta se abre al momento, y una nube de ardiente vapor se cuela en la estancia.
Un brazo con un lindo bronceado se abre paso entre el vapor, y tira de mi hacia dentro.
O me besa apasionadamente, como si llevase muchos meses sin besarla.
- Vuélvete, para que pueda secarte esa pijama. Escucho que dice mientras veo su hermoso cuerpo desnudo y mojado.
- Lo que tú digas. Digo con un jadeo.
- ¿Y eso desde cuándo?. Pregunta con una sonrisa, miestras coge una toalla del colgador antes de cerrar la puerta del baño.
- Siempre hago lo que tú dices. Protesto a su comentario.
- Sí, claro, siempre que coincida con lo que tú tenías planeado hacer de todos modos. Giro la cabeza hacia O.
- ¿Intentas decirme que estoy suspendiendo en mis clases de obediencia?. Digo con mi semblante serio.
- Es difícil que puedas suspender si no estás dispuesta primero a ir a clase. Dice mi esposa con una sonrisa.
- Vaaale. Estoy a tus órdenes por todo el día. Digo dedicándole una firme mirada a mi esposa.
- Prometo hacer lo que tú mandes. Vuelvo hablar para demostrar que estoy hablando en serio.
- ¡Huy, te arrepentirás de lo que acabas de decir, pero mucho!. Dice con una mirada intensa.
- Eso espero. Respondo sonriente.
Cuando O comenza a secarme la pijama se inclina hacia delante, apoyando ambas manos sobre el tocador.
- No supe lo mucho que necesitaba estas vacaciones del hospital hasta estar ya en medio del océano.
- ¿Crees que sea bueno que Clarke comparta camarote con nosotras?. Pregunto y comienzo a secar la espalda de mi esposa.
Conienzo a secándole las gotas de agua de la espalda mientras aprieto su monte de Venus contra el macizo trasero de Octavia, en parte debido al estrecho espacio disponible, pero sobre todo porque adoro el culo de mi pareja y el hecho de estar acariciándole el cuerpo la esta poniendo cachonda.
Bueno, en realidad más cachonda de lo que ya está. Alzo la mirada y la miro a los ojos a través del espejo.
- Sé que tendremos que compartir mucho tiempo con nuestra pequeña. Al fin y al cabo es su regalo. Digo.
- Pero eso no es lo mismo dormir en el camarote sabiendo que ellas nos desea y nosotros igual. Dice mi esposa.
Dejo a un lado la toalla, rodeó a O por la cintura y frotó sus senos contra mis omóplatos, al tiempo que le lamo el cuello. Con sólo aquel pequeño frotamiento los pezones se le ponen duros.
Coloco la palma de mi mano sobre su vientre y comenzo a acariciar su rasurado pubis.
- ¿Has despertado mojada, nena?. Bromeo girándome hacia ella; le palmeó el culo, apretando las redondas y firmes nalgas y rotando su entrepierna hasta incrustarla en las mías.
- Sabes que sí amor, porque has estado masajeándome el clítoris hasta hacerlo gotear de gusto. Replica mi esposa mientraa mordisqueá su labio inferior
- Y después me dejaste a medias. Dice con un puchero.
- Clarke se despertó. Explico mordisqueándole a su vez el cuello.
- Con CLarke a menos de un metro de nosotras no podía hacer mucho más que juguetear contigo. O suspira.
- No me había dado cuenta de que iba a ser algo tan problemático, pero si no le hubieramos ofrecido compartir camarote con nosotras se habría sentido excluida. Cuando Clarke confesó su amor por las dos todo se complicó.
- Tampoco es para tanto. No pasamos demasiado tiempo en el camarote. Argumento, e introduzco una mano entre sus cuerpos para asi apretar uno de los pechos de Octavia.
- Sabes, desde que Clarke se nos confesó he observado que nos mira mucho cuando piensa que no estamos mirando. Dijo O cada vez más excitada.
Separa sus piernas para que tenga mejor acceso a su clítoris al presionar sexo contra sexo.
Sigo explorando la zona comprendida entre el cuello y su oreja. Mordisqueó el carnoso lóbulo y comenzó a moverlo de un lado a otro con la lengua, imaginándome que es el clítoris de mi esposa.
- No me había dado cuenta. Digo suavemente en su oído.
- Pues sí, Clarke nos miraba esta mañana, cuando aún dormías. Dice mientras me aprieta con fuerza contra su pubis.
- En fin, debió de pensar que yo estaba dormida, porque se relamió como si estuviese a punto de saltarnos encima. Dice O suspirando, echa hacia atrás la cabeza para que pueda alcanzar mejor la sensible zona de detrás de su oreja.
Cada vez que lamía uno de aquellos puntos clave, ella notaba una reacción en los pezones y en el clítoris de su esposa. Era como una aguda quemazón que la traspasaba por un instante y después se convertía en una continua sensación de calor, al menos eso era lo que decía su esposa.
- Me gusta que Clarke te mire, ¿ Está mal?. Pregunta.
- ¿Qué me mire solamente?. Pregunto con la ceja alzada.
- Y que se pongan cachonda. Dice con algo de vergüenza.
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Tu, Ella, o Ambas ? CONTINÚA
FanfictionUn poliamor algo complicado. Siquieres saber mi historia comienza a leer.