XI

2.5K 97 1
                                    

~ OCTAVIA ~

Lex asiente y comenza a  mordisquearme el cuello.
Yo mientras presiono con un  dedo de cuidada manicura  el capuchón que  protegía el  clítoris de Lex y comenzo a  frotarlo. Veo a Clarke.

- Se la ve tan excitada  que  parece  que  va  a  empezar a  masturbarse  en cualquier  momento. Susurro para que sólo Lex me escuché.

- Sé muy bien cómo se  siente. Murmura con voz  ronca  junto a mi  garganta.

- Cada vez que lo hago  contigo me pongo  supercachonda. Lexa alza las caderas para  que mi dedo se  apriete más contra su clítoris.

- Y esto me está poniendo más que a  cien.

- No quiero apresurar las cosas. Digo mordisqueándole el labio inferior mientras suavizo la presión de mi dedo, sin retirarlo.

- Me  gusta demasiado tu manera de besarme como para detenerme ahora. Susurro.

- Pues entonces no lo hagas. Replica Lex, e hunde una y  otra vez la lengua en la boca  en mi para excitarme aún  más.

- Ya sabes que puedo aguantar bastantes caricias en el clítoris antes de  correrme. Como para  demostrar lo que acaba de  decir, Lex guia mi dedo más  abajo, lo cubre con los espesos jugos que le  empapan las ingles, ahora los guía de nuevo hacia su clítoris y lo hace trazar perezosos círculos. 

Los músculos de sus ingles se estremecen al tiempo que el rosado botón crece y  se endurece aún más.

- Me gusta que me lo acaricies. Clarke avanza dos inseguros pasos.

- Debería irme. Dice con timidez, no parece muy convencida, y puedo ver que tiene la mano metida dentro de la braguita de su biquini y esta acariciándose la vulva.

Puedo ver los pequeños y  rápidos círculos que traza sus nudillos bajo el brillante  tejido rojo.

- Tengo una idea mejor.  ¿Qué tal si acabas de  correrte con el clítoris de Lex en la boca?  ¿Te gustaría?.propongo llena de lujuria.

Sonrio al  ver la cara  de  asombro de Clarke.

- ¡Oh, sí!. Murmura Clarke, con los ojos abiertos como platos y clavados en mis manos , que  seguían  acariciando al unísono el clítoris de Lex.

- Hazlo cielo, pero intenta que  no se  corra.  Limítate  a  darle  placer todo el  tiempo que puedas.

Al ver que Clarke duda, mi esposa se acerca un poco  más al costado de la cama  y  abrie sus piernas de par en par.

- No te preocupes princesa,  me encantará que me lo chupes un rato. Clarke se apresura a cubrir la escasa  distancia que nos separan y se deja caer de rodillas.

Sus manos se aferraran a los muslos de Lex. Ambas se miraran un segundo a los ojos, verdes contra azules.

Clarke separa  delicadamente los labios vaginales de Lex con ambas manos.

- Yo nunca lo he hecho¿Cómo lo hago?. Pregunta, con las mejillas rojas. A pesar de saber que es virgen sus ojos brillaban, febriles de deseo.

- Le gusta que se lo chupen con bastante  fuerza. Intervengo antes de que Lexa pudiese responder.

- Pero detente de vez en cuando y lámela un rato, para  que  no se  corra  enseguida. Terminó de decir con voz ronca se anticipación.

Me acurruco de nuevo junto a Lex y la beso antes de  añadir:

- ¿Te parece  bien, amor?. En lugar de  responder, Lex hunde los dedos en mi cabello y tira de mi cabeza hacia atrás, para  poder hundir la lengua en mi boca.

Lexa se estremece al notar  el ardiente  aliento de Clarke sobre su sexo.

- Haré  lo que  tú desees,  ¿recuerdas?. Musita junto a mis labios 

- Quiero besarte mientras te corres en su boca. Vuelvo a acoger la lengua  de Lex entre mis labios,  jugueteando con ella  una  y  otra  vez.

Lo único que podía oírse, aparte de la dificultosa respiración de ambas, eran los  ahogados  gemidos de  Clarke mientras chupaba.

Suelto la lengua de Lex, al mismo tiempo bajo la vista  hacia nuestra pequeña. Clarke tiene los ojos cerrados, y mientras amasa  con una mano los congestionados extremos de  los labios vaginales de Lex, con la otra se frota su propio sexo. Su boca  brilla, perlada  de jugos vaginales.

- ¿Verdad que  tiene  un  clítoris magnífico?. Pregunto.

- Mmm, mmm. Contesta Clarke meneando la cabeza, sin soltar ni por un segundo su presa. La vibración  causada  por aquella  respuesta dispara todo un mundo de  sensaciones en  el centro del clítoris de Lexa, que se extendieron al momento por todo su vientre. Su cuerpo entero se contrajo de placer.

—¡Dios!. Sonrío y  comenzo a pasar delicadamente  la  lengua por el interior del labio superior de mi esposa, pasando después al inferior.

Trazo con mi mano  pequeños  y  suaves  círculos sobre  el tenso vientre de mi Lex, mientras con la otra  comenzo a masturbarme  al mismo ritmo.

- Mmm... esto te  gusta,  ¿verdad?

- Me gusta todo lo que  me haces.

- Ah, ¿sí?  ¿Esto, por ejemplo?. Pregunto, volviendo a  acariciarle  los labios con  la punta de  la lengua  mientras seguía teniendo una  mano hundida  en su propio  y  empapado sexo.

- ¡Tienen las mejores bocas del mundo! . Exclama Lex, intentando enfocar su vista  para contemplar  los maravillosos ojos de Clarke.

A continuación chupó suavemente  la punta  de su lengua. Justo en el mismo  momento Clarke tira de su clítoris, imitando sin pretenderlo su movimiento en sentido contrario, y su cuerpo se tensa.

- ¡Joder!. Dice Lex, sonrio junto a su boca.

- ¿Te gusta cómo lo hace, mi  amor?.

- ¡Sí!. Responde Lexa sin dudar. Se aferra a uno de mis pechos. Este estaba hinchado  y  ardiente.

Cuando Clarke le pasa la  lengua  entera  por el  clítoris, Lex aprieta el pecho  con más fuerza de lo que pretende. Yo gimio  y  empujo mi intimidad contra  la pierna de Lex, froto mi aplastado botón con rápidos  pases.

- Cuéntame, dime  qué  te  está haciendo. Pregunto, Lex trabaja mi pezón entre los dedos hasta convertirlo en una  dura  bola, arqueando el cuello cuando  yo comenzo a chupetearle la garganta.

- Me está chupando tal y  como tú le dijiste que  hiciera, despacito  y  con fuerza... oh... empezando por  abajo  y  siguiendo hacia la  punta. Mientras Lex habla, Clarke repite aquellos movimientos sobre  su clítoris. Lexa comienza alzar  una y otra vez las caderas, intentando hundirlo todavía más en su boca.

- ¡Dios, me está poniendo a  mil! La cama se  bamboleaba mientras yo monto sobre la pierna  de Lex con cortas  y  fuertes embestidas, sin dejar de  sobarme el clítoris con mi mano.

Tu, Ella, o Ambas ? CONTINÚA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora