Después de pasar unos días sin señales de Cristian, parecía que mi vida era normal, pero tenía la sensación de que pronto me llamaría. Estaba pensando en ella como siempre, últimamente no sé qué me pasaba, pero se me venía a la cabeza ese momento en el que la vi por última vez.
Al poco rato una llamada me despierta de mis pensamientos, cojo el móvil y veo un número que ya me resulta familiar, es él. Me debato entre descolgar o dejarlo sonar, no me apetece tener que hablar con Cristian, nunca me ha gustado pero en este momento menos.
Como veo que no para de insistir lo cojo, puede ser algo importante me digo, aunque viniendo de él será una mierda como todo lo que él hace.
-Hola- le contesto sin más.
-Hombre ya era hora –me dice un poco cabreado.
-Dime que quieres –le contesto con poca paciencia y humor.
-Relájate que tengo buenas noticias –me dice y me imagino una sonrisa burlona en su cara.
-Cuales son si pueden saberse –le digo intentando zanjar la conversación.
-Deberías estar emocionado, ya tengo tu coche, he hablado con un conocido y te lo vende por poca pasta –me contesta.
-Bien, ¿y cuánto es poca pasta para ti? –le pregunto.
-No te adelantes, primero quiero que lo veas y si te gusta, pues hablamos del precio, quizá te puedo ayudar con eso del dinero –me dice.
-Está bien, aunque no quiero favores –le digo secamente.
-Tranquilo, te noto tenso –se ríe- luego te mando un mensaje con el lugar y la hora –y me cuelga, así es él-
Después de hablar con Cristian se me pone un dolor de cabeza insoportable, intento dormir un rato, y lo consigo pero tengo un sueño y me despierto sobresaltado. Miro el reloj y me doy cuenta que he dormido dos horas, no está mal me digo.
Me doy una ducha rápida, me visto para ir a trabajar y antes de salir me tomo un café solo con hielo. Hoy estoy de tarde y aunque no me gusta, por lo menos no tengo que ver a Jorge y tener que mentirle a la cara.
Salgo por la puerta del portal y me cruzo con Iván, vamos tan acelerados que nos chocamos, joder pienso para mí. Mientras que veo que coge el móvil del suelo y me mira, entonces cambia nuestra expresión y nos reímos como dos idiotas.
-Joder tío menos mal que eras tú, ya iba a pegarte –me dice riéndose.
-Yo estaba pensando lo mismo –me rio.
-¿Vas a currar? –me pregunta.
-Si hoy me toca turno de tarde, me lo dijeron ayer –le digo.
-Vale, luego te veo –me dice y me da en la espalda mientras que entra en el portal.
-Adiós – le contesto y me voy.
El día se hace eterno, estoy solo en el almacén y diría que hasta me gustaría que estuviera Jorge, aunque sea para discutir. Me pongo mis cascos con mi música para que se me haga más ameno, estoy a lo mío hasta que alguien me da en la espalda y me giro sobresaltado, por poco muero de un infarto.
-¡Que cojones! –grito.
-Tranquilo tío, solo soy yo –me dice Jorge.
-Joder tan más tacto la próxima vez, por poco no muero –le digo cabreado.
-No sabía que tenías la música –me dice casi riéndose.
-¿Qué haces aquí? –le pregunto sorprendido.
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Entre Tú Y Yo ©
Romance¿ Quién dijo que los polos opuestos no se atraen ? En esta historia vamos a descubrir que hasta los polos más opuestos se atraen. Que en realidad no son tan diferentes las personas, y se pueden llegar a parecer más de lo que creen. Una aventura de...