Al día siguiente cuando me despierto después de dormir dos o tres horas como mucho, me acuerdo de la intensa noche de pijamas en casa de Elsa, primero lo de mi amiga y luego la dichosa foto. Me levanto y veo que Sofía esta despierta y que tampoco parece que haya pasado buena noche, estamos las dos en la cocina con un café hablando de lo poco que hemos dormido, sin sacar su tema y yo por supuesto no le cuento nada.
-Hola- dice José y nos sorprendemos al escucharle no nos lo esperábamos-¿tan feo soy? –ríe-
-Hola-le decimos las dos sonriendo un poco porque con José se sonríe hasta sin querer-
-Necesito un colacao-dice cogiendo una taza- ¿qué tal habéis dormido? Tenéis unas caras...
-Pues algo-dice Sofía- Tú como un rey ¿no?
-Yo siempre duermo bien-nos mira- ¿y tú Helen?
-Yo poco, he dormido poco-le digo- Pero luego una siesta y arreglado
-Así se habla, y tú igual Sofí que esta noche fiestecita-dice emocionado-
-No me apetece mucho chicos-nos dice- Si voy es por vosotros
-Claro que vienes-la digo- Tienes que distraerte –me acerco y la abrazo, no pienso dejar que Sofía se quede en casa aunque yo tampoco tengo muchas ganas-
-Oye y yo que-dice José abrazándonos a las dos- Si o si, hoy de fiesta chicas
Terminamos de desayunar y al rato aparece Elsa y Bárbara, las dos tienen cara de haber dormido bien, están tan entusiasmadas por la fiesta que no paran de hablar y de planear, ya estamos hablando del modelito y todo. Después de una buena sesión de risas, porque gracias a ellos he podido olvidarme un poco del tema foto, nos vamos a nuestras casas. Me despido de Elsa y José que se queda con ella, y acompañamos Bárbara y yo un poco a Sofía no dejamos de animarla y la decimos que esta noche pasamos a por ella. Nos despedimos de ella y nos vamos de camino a nuestras casas cuando llaman a Bárbara que vaya a casa de su abuela, que comen allí. Quedamos luego para arreglarnos juntas y se va por otra dirección, yo sigo mi camino a casa, con mi cabeza en otro mundo cuando de repente pum un chico se choca conmigo.
- Eh, ten cuidado-le digo molesta –
- Perdona –dice el chico que por lo que puedo ver tiene bastantes tatuajes-
- Vale –le digo mientras sigo mi camino un poco cabreada, ya podría mirar por donde va-
En cuanto llego a mi casa saludo a mis padres, me preguntan qué tal y esas cosas de padres y me dicen que luego me llaman para comer, que hoy hay lasaña. Mi madre sabe que me encanta y me la suele hacer, y yo encantada.
Me pongo cómoda y juego un poco con mis gatos, luego me estiro en la cama y me pongo a leer un rato, pero tengo la cabeza pensando en otra cosa y no me concentro. Cojo el móvil y decido meterme en Instagram, miro la foto de nuevo y ahí está Claudia muy agarrada a él. Y no es que me ponga celosa porque una chica este a su lado o agarrándole el brazo, no, es porque es ella. Mi ex amiga, éramos inseparables o eso pensaba, nos contábamos todo, junto con Bárbara, éramos las tres el grupo de mejores amigas. Pero cuando nos la jugó todo cambio, no quiero ni recordarlo, Bárbara la que peor lo pasó y no es para menos, verla con tu novio ahí marreándose no es agradable. Y ahora, la veo ahí con Oscar, y me cabrea mucho, demasiado... pero espera que hay más fotos, cada cual me cabrea más, y sobre todo la última, esto sí que no me lo creo. Lucia, que hace con tu ex, ya sí que no entiendo nada, tengo que hablar con él le llamare en un rato porque necesito calmarme.
Al rato me llama mi madre para comer, lo único que he estado haciendo en este tiempo es darle vueltas a la cabeza mientras escuchaba música. Voy a la cocina y me siento a comer con mis padres, aunque tengo el estomago un poco cerrado, estoy nerviosa. Como lo que puedo e intento que mis padres no noten mi malestar, hablo con ellos y disimulo un poco, me retiro con la escusa de que no he dormido nada, que eso si es verdad, y me voy a mi cuarto a intentar dormir.
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Entre Tú Y Yo ©
Любовные романы¿ Quién dijo que los polos opuestos no se atraen ? En esta historia vamos a descubrir que hasta los polos más opuestos se atraen. Que en realidad no son tan diferentes las personas, y se pueden llegar a parecer más de lo que creen. Una aventura de...