Esa mañana despertó con un malestar particular fue cuando por fin intento levantarse de la cómoda cama, pero sus muñecas no se le despegaban de la espalda ni una de otra y su cuello lo sentía atorado con algo, algo metálico que la jalaba hacia atrás.
— ¿Cómo amaneciste? — le pregunto su esposo
Ella abrió los ojos para darse cuenta de lo que pasaba, nada había sido una pesadilla, un tanto peor, ahora se encontraba atada a la cama con unas finas cadenas que le recorrían todo el cuerpo desnudo, había estado desmayada así toda la noche.
— ¿Por qué las cadenas? sabes que no voy a escapar— su tono se volvió indignado de nuevo.
— Lo sé, pero en mi opinión no hay nada que resalte la belleza de una mujer tanto como unas buenas cadenas… y unos azotes, por desgracia querida tu eres especialmente bonita, encargare una de esas porquerías novedosas que se están poniendo de moda en Francia para poder hacerte un par de “fotografías” falta bastante para la boda, 5 días pero decidí desvirgarte hasta nuestra luna de miel, ya verás que te va a encantar la sorpresa que te tengo preparada, pero por ahora nada impide que nos divirtamos de otras maneras. ¿Verdad?
— Ella seguía con la cabeza agachada y en silencio, se sentía completamente humillada— Te hice una pregunta— se disgusto el príncipe— bueno no importa.
—Por cierto, me llegaron noticias de tú hogar esta mañana— espero con deleite a captar su atención— ¡Tú padre está muerto! Sombre Roja lo asesino está mañana, o debo decir: tú hermano lo asesino está mañana —
Mariel rompió en llanto mientras sus ojos se llenaban de agonía, no había tenido buenas relaciones con su padre, pero era su padre, y después tuvo la descorazonadora noticia de que su hermano siempre fue Sombra Roja, aun encadenada Joshua se limito a mirar con gozo y placer los sentimientos encontrados de la princesa luego se palpo el bulto a través del pantalón, la imagen que estaba viendo lo sobre excitaba.
— ¿Qué pasa pequeña? Él te vendió ¿Recuerdas?, Cuando nos casemos, seremos los Reyes, ¿Acaso no te da gusto?
Ella no contestaba, seguía llorando, él se acerco rápidamente y sin poderse contener ni un segundo más, pellizco ambos pezones de la princesa arrancándole un chillido desgarrador, que continuo y continuo, ella retorcía sus brazos tratando de liberarlos para defenderse, trato de recordar su cometido, su misión pero el dolor de los pellizcos se volvía muy intenso, esos chillidos paulatinamente se convirtieron en gemidos, Mariel pudo sentir como su entrepierna se humedecía, algo completamente mórbido para ella.
— ¿Todavía no te gusta?... bueno, ya le contestaste a mis sabanas, estoy seguro que les alegra mucho que lo estés disfrutando— observo la tela debajo de las piernas de Mariel, Humedecida por los fluidos de está —A mis rameras de compañía les encanta que les haga esto ¿Sabes? Me lo han llegado a suplicar, pero una vez que tú aprendas a suplicar que te use, creo que ya no las usare a ellas por un tiempo, tú me pareces un juguete mucho más entretenido. — Sonreía sádicamente mientras le infligía dolor y confusión.
— Espera un poco, iré por el desayuno, no te muevas, enseguida vuelvo. — decía el esposo mientras se marchaba con alegría dándole un respiro a Mariel quien se sentía más humillada que nunca.
Pasado un rato él entro con un plato de huevos revueltos, al principio Mariel se negó pero después tuvo que dejar que el príncipe le administrara la comida directo en la boca, mientras le acariciaba el pelo tiernamente y le decía que era una buena chica, lejos de construir algún tipo de simpatía esto la humillaba aún más, lo cual le encantaba a Joshua.
—Mira lo que te compre— dijo acabando de comer, señalando la puerta mientras una jaula era arrastrada al interior de la habitación por dos de sus sirvientas, una jaula para perros, era para uno grande pero un humano apenas cabria a gatas adentro y casi no se podría mover, y para el horror de Mariel la jaula era precisamente para ella.

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Mariel la princesa trofeo
RomantizmMariel siempre ha sido una chica hermosa, sin embargo esto no le trae más que desgracias pues todos a su alrededor la ven como un objeto sexual, un día encontro a un chico diferente pero sus deveres como princesa la llevan a los brazos de Joshua un...