07. Cerveza pal cabello

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Las vainas a última hora eran arrechas, estresantes, todo un corre-corre, porque no había organización, de bolas, "última hora" no es de a gratis.

Pero Taehyun estaba riéndose a pesar de que en lo más profundo de su ser, estaba muriéndose de la arrechera porque no se llevó el paño y se le olvidó el cargador del teléfono. No tanto que se le olvidó, realmente su abuela se lo había quitado como castigo.

Porque el Iphone ese que le había comprado Seulgi era burde sifrino y como los otros carajos tenían un xiaomi, obviamente no tenía manera de cargar el teléfono, su última esperanza era Andrés y el chamito ni teléfono había llevado.

―Mano pero ¿Qué tanto? Antes ni le parabas bolas al teléfono ―dijo Yeonjun, acomodándose en la silla.

El Hotel Pipo era una tremenda belleza. Provocaba vivir ahí, una vaina bien hecha, hermosa y de ensueño.

Pero te quedabas en bancarrota solo quedándote una simple noche en esa mierda, como que si te atendiera Britney Spears, o Barack Obama te sirviera el desayuno. Nojodas.

Beomgyu destapó la cerveza, pasándosela a su jevo, después destapó otra pa' rodarla a los demás panas.

Taehyun agarró la polarcita catira, catira como él, le limpió el pico y se la empinó pa' dar un traguito. Miró la botella que RECIÉN RECIBÍA ANDRÉS, y esa verga ya estaba por la mitad.

―Verga loco, uste' jala caña duro ―comentó Soobin, riéndose mientras se ponía los lentes de sol encima de la cabeza.

Todos andaban papis bellos, naguará. Con sus short de traje de baños, er pecho descubierto, más pálidos que un tequeño crudo pero gueno.

Y Andrés cabello azul –porque el tinte fantasía se le cayó–, medio bronceadito porque ese chamo no era chino como los otros y a él el sol si le quemaba que jode si no se ponía protector solar.

Pero el encanto se podía escoñetar cuando abrían esa jeta.

―Maaaaardito, el sol está candela ―se quejó Yeonjun, tratando de ponerse más en la sombrita.

Taehyun chasqueó la lengua. ― ¿Dónde está Kai?

No había localizado a su tocayo de tinte desde hace un buen rato, ni siquiera estaba pegado al brazo de Sooberto como la mayoría del tiempo. Esta vez el chamito había marcado milla a quién sabe dónde.

Tae enfocó sus ojos, entrecerrándolos por el resplandor del sol, vio al cabeza de ñame de Arístides, bajando por el tobogán, pegando un grito como el propio niño chiquito.

Los muchachos rieron, viendo a Kai caer en la piscina con los brazos alzados. Como se notaba que el coñito andaba emocionado, porque apenas salió de la piscina, se fue corriendo con cuidado a volver a subir las escaleras para lanzarse del tobogán otra vez.

Taehyun sonrió, viendo al pelucón desde arriba, pa' lanzarse en el otro tobogán. Daniel se quitó las cholas y dejó la cerveza encima de la mesa, se levantó para ir junto a Kai Arístides a lanzarse en los toboganes.

Los demás muchachos los grabaron kike haciendo una carrera por los toboganes.

Echaron vaina un rato, pasándose por las quinientas mil piscinas que había en esa mierda, hechos los locos hasta esperaron que el balde de agua gigante de la piscina de los niños se volcara.

Teijiun casi se queda sin chores porque el agua caía desde una altura considerable y de bolas que tenía fuerza como pa' dejarte en pelotas, de paso en la piscina de los niños.

𝑷𝒂𝒔𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒗𝒂𝒊𝒏𝒂𝒔  «𝙺𝚊𝚗𝚐 𝚃𝚊𝚎𝙷𝚢𝚞𝚗»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora