03. Clave especial

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—Tae, papi, ¿te puedo preguntar algo? —preguntó la tía Kang, entrando a la cocina.

Eran las seis de la mañana del fantástico y súper emocionante jueves, que se note el sarcasmo en esta vaina clarito como el hecho de que Movistar no sirve.

Taehyun suspiró, mirando a su tía mientras amasaba la mezcla de arepas.

— ¿Qué se supone que vas a cocinar?

El catire dejó de amasar, viendo la masa, frunció el ceño mirando esa vaina.

—Arepas pero...esa harina como que 'ta vencida.

La mayor negó, riéndose. —Esto es harina de trigo, hijo mío, tas medio ido.

Medio no, se fue pal coño hace diecisiete años.

El catire chasqueó la lengua, molesto, se fue a lavar las manos. —Con razón me quedó tan aguada, que peo, ahora tengo que hacer panquecas.

—No hay aceite —anunció la abuela Kang—, hijo si quiere vaya a comprarse un pan campesino, yo le hago cafecito, vaya.

El catire asintió, recibiendo la tarjeta del bicentenario de la señora, junto a un beso en la frente. Taehyun se fue a buscar sus cholitas crocs pa' salir a la panadería, pero tenía tan poco ánimo que se quedó pensando en la orilla de la cama.

Decidiendo que mejor se volvía a acostar a dormir.

—Huele como a pata —de repente entró Daniel, al cuarto de Tae.

—Por si no te acuerdas, son los zapatos que TE presté, mojaste y ni lavaste.

El mayor abrió la boca, recordando que tenía que lavar esa vaina si no quería aromatizar toda la casa de ese bendito olor.

—Llegó tu amigo el pato malandro —Daniel terminó de abrir la puerta, dejando pasar a Joely que lo miró feísimo.

El castaño pasó la lengua por el interior de la mejilla. —Respeta chamo, respeta que yo a ti no te digo parásito.

El mayor se fue haciendo mofa como el propio carajito chiquito, Joely cerró la puerta y se paró enfrente de su amigo. — ¿Ya comiste?

—Son las seis y algo de la mañana, ¿Qué haces aquí tan temprano?

El castaño alzó los brazos y los dejó caer de golpe. —Chamo, hoy es jueves, por si se te olvida, Yeonjun está limpiando la casa pa' lo de Ale.

—No me recuerdes el día que ya sé, lo que digo es que ¿por qué tan temprano? Yo la quiero burda pero tengo ladilla monumental de salir ahorita.

Beomgyu alzó las cejas, se acercó a Tae, agarrando el teléfono del catire, se metió ahí sin pena, revisando la broma. Le mostró el teléfono a Tae, señalándole algo.

Una alarma puesta pa' sonar a las cinco en punto de la mañana, y que sonara cada cinco minutos, como pa' que se despierte a juro.

—Te paraste a las cinco porque Soobin me dijo.

—Salío que es, viendo mi última hora de conectado.

El castaño le entregó el teléfono, dándole unos coñacitos en el hombro.

—Yo sé que estás triste pero por lo menos no hagas que se despidan con caras de culo, porque así la vaina no es.

El catire gruñó, echándose a la cama boca abajo, Beomgyu le dio una nalgada, acostándose al lado. —Pero no quiero que se vaya.

𝑷𝒂𝒔𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒗𝒂𝒊𝒏𝒂𝒔  «𝙺𝚊𝚗𝚐 𝚃𝚊𝚎𝙷𝚢𝚞𝚗»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora